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martes, diciembre 13, 2016

El Scrum Master extraordinario


En esta presentación hablo sobre que ser Scrum Master es principalmente acerca de liderazgo y coaching. No es un rol de gestión. No eres un gerente de proyectos ni de personas. Además, ser Scrum Master o Coach ágil definitivamente no es acerca de reforzar los procesos. 
Un Scrum Master extraordinario quiere o querrá que su equipo sea parte de esta carrera evolutiva – por ejemplo, haciéndolos partícipes de entrevistas con los usuarios o haciendo experimentos.
Si quieres llegar a ser un Scrum Master extraordinario enfoca tu energía en construir un entorno grandioso para tu equipo, probablemente así no tendrás que pasarte la vida, tu fantástica vida como Scrum Master, removiendo impedimentos. 
Además del trabajo de referencia, esta presentación está basada en mis artículos:
Puedes ver o descargar la presentación en el siguiente enlace:


lunes, noviembre 28, 2016

Las historias de usuario como instrumentos de negociación


Hablemos un poco de ese continuum que significa diseñar y construir soluciones de valor para una organización. Las organizaciones hoy día están hechas de software, el software está en todas partes y si de construir software se trata, los equipos ágiles tenemos algo que decir.
De los incontables utensilios que contamos en nuestra mesa de trabajo las historias de usuario están siempre a la vista de quienes transitamos por los senderos de los problemas complejos y las soluciones para ellos. Para nosotros, trabajar en soluciones mejora la comprensión de los problemas. Esta es posiblemente la razón principal por la cual los enfoques iterativo e incremental son mejores que cualquier otro en la actualidad. Y si los combinamos, mucho mejor. Los Agilistas fantásticos:
1.     Construimos de manera iterativa para minimizar el riesgo
2.    Construimos de manera incremental para maximizar el retorno de la inversión (ROI)
3.    ¡Repetimos  1 y 2 hasta la saciedad! O hasta que se esté generando el suficiente valor como para detener nuestro esfuerzo de desarrollo.
En ese camino hemos aprendido que los problemas no son subjetivos. Lo subjetivo es la percepción que tengamos de esos problemas. En general estos se basan en la realidad. Además, los enfoques de pensamiento, nuestro mindset, pueden llegar a redefinir esos problemas por completo.
Ya sabemos que una historia de usuario no es un contrato firmado en piedra, más bien es una carta de intención de algo que el sistema debe hacer y cuyos detalles se abordan durante la conversación entre el usuario (Dueño del Producto) y el equipo de desarrollo. También son cartas de negociación entre unos y otros, pero solo habrá una negociación fluida si el usuario está realmente interesado en el éxito del esfuerzo de desarrollo, si está dispuesto a comunicarse de manera efectiva y a trabajar con y como parte del equipo.
Los ingredientes clave de una historia de usuario son: quién es el usuario, qué quiere hacer el usuario y por qué lo necesita. Contrario a lo que mucha gente cree, las personas (usuarios o consumidores finales, expertos con el conocimiento, interesados, patrocinadores y otras personas impactadas por la historia), constituyen lo más importante de una historia de usuario. Esto permite o posibilita la comunicación para que hagamos las cosas correctas y nos ayuda a identificar el valor para priorizar lo que haremos primero y lo que haremos más adelante.
La parte “conversación” de una historia de usuario idealmente es una colaboración entre el usuario y el equipo que construye la solución, es una asociación para entender el problema y trabajar precisamente en una solución que resuelva ese problema y también permite confirmar más adelante que esa solución de hecho resuelve el problema adecuadamente.
Las historias de usuario proporcionan un entorno, un medio para adaptarnos, para buscar oportunidades. Si encontramos un obstáculo que no es posible sortear, siempre podemos buscar otra historia relacionada que nos permita avanzar. Es posible que, al hacerlo, encontremos la solución a la historia que no nos permitía progresar en principio y podemos volver a ella.
Ahora bien, si esa carta de intención, esa necesidad que tiene el usuario, es muy específica, la tarea del equipo es preguntar “¿por qué?” ¿Por qué y para qué se necesita esa historia?; en cambio, si es muy abstracta, preguntaremos “¿cómo?” ¿Cómo lo hace? ¿Cómo quiere o quisiera la solución? Las historias de usuario siempre son sobre “negociación” si queremos un buen balance entre costo y valor.
En general, las historias de usuario nos permiten a los Agilistas fantásticos:
1.     Lograr este balance en pequeños alcances,
2.    Construir la solución, o los incrementos de esta, de tal manera que podamos obtener una efectiva retroalimentación anticipada.
3.    Trabajar en los aspectos de más valor primero para que sean entregados y empiecen a generar ROI lo más pronto posible.
Finalmente, ninguna discusión o exposición sobre historias de usuario estaría completa si no incluimos la palabra “confianza”. Si la confianza es poca en un equipo Scrum, las historias de usuario se convertirán muy pronto en piezas muy concretas de descripciones de problemas que el Dueño de Producto le entregará al equipo de desarrollo y que quizás nadie querrá resolver. Si esto ocurre, seguramente el equipo de desarrollo también va a solicitar, con grado de exigencia, unos criterios de aceptación muy concretos. El resultado: el muy pesado, extenso y falto de humanidad documento de especificación de requisitos funcionales y no funcionales del pasado, el mismo que cargaba consigo el sinsabor de la frustración y la derrota.
Entonces, para que positivamente las historias de usuario sean una herramienta auténtica de negociación entre las áreas de TI y las del negocio y para que sean una representación de los problemas de este último y de las soluciones que puedan proporcionar los primeros, es necesario que en el ambiente haya un alto grado de confianza. El Equipo Scrum en pleno, e incluso los interesados del entorno, tienen que conformar un equipo propiamente dicho, donde el trabajo colaborativo, la adaptación, el mejoramiento continuo y la entrega continua de valor sirvan de pilares y de integradores entre sus miembros para que todo lo anterior sea posible.

sábado, noviembre 26, 2016

User Story Mapping - Una introducción


El User Story Map es una herramienta que permite generar una representación visual del producto completo. Ofrece una vista general de todas las funcionalidades que lo componen (the big picture) de punta a punta. 

Permite identificar Historias de Usuario faltantes en el Backlog, planificar Releases (entregas) dividiéndolo en porciones (Slicing) y visualizar cómo se distribuyen las funcionalidades de acuerdo a las diferentes áreas del sistema.

Son diferentes a los backlogs típicos de historias de usuario en cuanto: 

  • Hacen visible el flujo de trabajo o la cadena de valor
  • Muestran las relaciones entre historias más grandes y sus historias hijas
  • Ayudan a confirmar la completitud del backlog
  • Proporcionan un contexto útil para la priorización
  • Permiten planear entregas (releases) en porciones valuadas y completas de funcionalidad

En esta presentación, basada en el trabajo de Jeff patton, hago una breve introducción al tema de User Story Mapping. La pueden descargar de:


martes, noviembre 08, 2016

Más de cómo ser un Scrum Master extraordinario

Créditos de la foto: Dean Potter's solo walk at Taft Point in Yosemite by Photographer Jeff Cunningham.
Entender que Scrum no es una metodología sino un marco de trabajo (framework) que propone unos pocos lineamientos ayuda. No existen reglas que apliquen a todos y cada uno de los escenarios posibles donde se usa, solo algunas prácticas que han funcionado en algunas organizaciones con anterioridad.
Como Scrum Master o Coach ágil necesitas determinar o encontrar por tu cuenta lo que funciona para la Organización con la que estás involucrado. Si lo logras, lo conviertes en un destino, no en un proceso. De eso se trata el empirismo.
Ser Scrum Master o Coach ágil es principalmente acerca de liderazgo y coaching. No es un rol de gestión. No eres un gerente de proyectos ni de personas. Además, ser Scrum Master o Coach ágil definitivamente no es acerca de reforzar los procesos.
Scrum no está diseñado para Contadores. Algunas métricas son útiles para entender la salud de un equipo Scrum pero por lo general insistir en “cumplir con distintas KPI” (como por ejemplo ‘compromisos versus velocidad’) no ayuda. Si eres un Scrum Master excepcional seguro mantendrás a tu equipo libre de esta clase de presión.
Scrum no tiene mucho que decir sobre el proceso que habilita al Dueño de Producto a llenar el Backlog con historias de usuario de valor, usables y factibles. El descubrimiento del producto basado en Lean UX, Design Thinking o Lean Startup puede ayudar a esta causa. Un Scrum Master extraordinario quiere o querrá que su equipo sea parte de esta carrera evolutiva – por ejemplo, haciéndolos partícipes de entrevistas con los usuarios o haciendo experimentos.
La comunicación del equipo con los interesados no debería ser únicamente a través de un guardián o “proxy” (por ejemplo, solo a través del Dueño de Producto). Hacerlo así hiere de gravedad la transparencia y afecta negativamente el desempeño del equipo. Las revisiones de Sprint son una buena forma de presentar el valor entregado por el equipo durante el Sprint que está finalizando pero también es una buena manera de estar en contacto cercano con los interesados.
Si quieres llegar a ser un Scrum Master extraordinario enfoca tu energía en construir un entorno grandioso para tu equipo, probablemente así no tendrás que pasarte la vida, tu fantástica vida como Scrum Master, removiendo impedimentos.
De esta manera encontrarás ese balance del que habla mi amigo Johhny Ordoñez* y que requiere la Agilidad Moderna para seguir evolucionando y seguir transformándonos en mejores personas cada día, ese balance a nivel personal, de equipo, de grupo, de organización y de sociedad.
*https://twitter.com/JohnnyOrdonez/status/788097273674788864
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Más sobre cómo ir de Scrum Master bueno a Scrum Master grandioso en http://www.gazafatonarioit.com/2015/05/de-scrum-master-bueno-scrum-master.html

miércoles, noviembre 02, 2016

Planear sprints en horas y no por puntos


Hace algunos días nuestro amigo Carlos Jaramillo nos preguntaba a algunos colegas si estábamos de acuerdo con el legendario Mike Cohn cuando dice que los sprints deberían planearse con horas y no con puntos. Carlos se refirió específicamente al artículo Why Sprints Should Be Planned with Hours, Not Points (Por qué los sprints deberían planearse con horas, no con puntos).

Como lo dice Cohn al inicio de su artículo, para mí y creo que para muchos de los que hemos leído su libro Agile Estimating and planning (Estimación y Planificación Ágil) fue una sorpresa cuando vimos el título ya que sabemos que él es un gran referente y promotor de los puntos de historia y de su uso. Pero pasemos a la que fue mi respuesta entonces:

¡Estoy de acuerdo!

En particular, estoy de acuerdo con Mike cuando dice que “los puntos (de historia) son demasiado imprecisos para ser útiles en el corto plazo”, es decir, en un sprint de menos de un mes. También me gustaría destacar aquello de que la velocidad, aunque ligeramente, puede variar de sprint a sprint.

Además de lo que dice Cohn en su artículo algunas otras razones me llevan a pensar así:

No hay una correlación directa entre puntos de historia y el esfuerzo de implementación de la historia de usuario. Es decir, no existe tal regla o ley que señale que si un punto de historia toma H horas implementarse, N puntos de historia tomarán N x H horas implementarse (por ejemplo: si la implementación de una historia de un (1) punto toma 25 horas, entonces la implementación de una historia de 2 puntos tomará 50 horas, no).

Es probable, eso sí, que al final, después de muchos sprints, el promedio muestre tendencia hacia esos números, pero nada evita, en el escenario propuesto, que una historia de 2 puntos le tome al equipo 15 horas y otra también de 2 puntos le tome 35 horas para implementarla o cualquier otro número, incluso podríamos tener una historia de 2 puntos cuya implementación tome 10 horas o menos. En cualquier caso, eso apenas sería la tendencia natural.

Además, aun con ritmo sostenido y con entrega de valor constante en cada sprint, no es lo mismo un equipo en el primer sprint del proyecto que en el séptimo o en el décimo noveno. No es lo mismo un equipo en abril que en septiembre o en diciembre. No es lo mismo un equipo si el proyecto va bien desde varios puntos de vista, como el valor entregado, la calidad, el consumo de presupuesto, etcétera, o si va regular o mal; y no es lo mismo si el equipo y aun la organización a la que pertenece han estado mejorando continuamente o si su crecimiento personal y profesional se ha estancado por acción del proyecto.

Todos esos factores que acabo de mencionar impactan positiva o negativamente la motivación del equipo y por consiguiente, el rendimiento de los miembros del equipo. Lo que finalmente se traduce en número de horas de esfuerzo necesarias para implementar una historia, o sea, para llevarla de ‘Propuesta’ o ‘En proceso’ a ‘Terminada’.

La misma calidad y el tamaño de las historias de usuario también afectan de una forma u otra el esfuerzo requerido para su implementación. Me refiero a la calidad con que son comunicadas al equipo por el Dueño de Producto o por quien corresponda, así también perturba de manera distinta una historia de 2 puntos que una de 5 o una de 8.

Y todo esto para concluir que en cada Planificación de Sprint se debe hacer el ejercicio de, precisamente, planear por horas de esfuerzo, de eso se trata esta ceremonia inicial de Scrum después de todo. La gran diferencia con la planificación de los métodos tradicionalistas es que no vamos a planear seis meses de trabajo o un año o dos, no, se trata solo de adelantarnos a lo que va a pasar en las próximas 2 semanas de trabajo, quizás tres.

Nuestros equipos deben o deberían tener el conocimiento y la experiencia para decirle al Dueño de Producto y al mismo Scrum Master, al final de la Planificación, cómo intentarán hacer su trabajo en el sprint que comienza y eso incluye contarnos el número de horas de esfuerzo que tomará implementar una historia de usuario en particular. Se trata es de dilucidar cuando nos tomará el diseño, la programación, las pruebas, la integración, la documentación y cualquier otra actividad concerniente a la construcción de la historia. Después de todo, para eso fue que precisamente se conformó el equipo.

¡Pero hay más!

Usamos Puntos de Historia para estimar el backlog y el esfuerzo a mediano y largo plazo porque son o representan un valor abstracto. También sabemos que es posible usar otros métodos abstractos de estimación como 'tallas de camisetas', días ideales, colores, tamaño de los planetas o, incluso como dice mi amigo Jorge Abad en sus Lecciones Aprendidas, podemos usar la técnica del ‘ojo de buen cubero’, estimar con Garrapatandamandapispuntos o con cualquier otra medida cuyas convenciones sean bien conocidas por todo el equipo.

El precepto fundamental aquí es que todos estos métodos producen estimados y los estimados, sobre todo en software, están condenados al error. Casi 50 años de experiencias después de aquella remota conferencia de la OTAN en Garmisch en la que de alguna manera se dio vida a la Ingeniería de Software nos han demostrado eso.

En cualquier caso para estos escenarios de mediano/largo plazo, si un usuario o cliente está exigiendo estimar en horas un proyecto Ágil, todavía no ha entendido el enfoque y necesita guía en ese sentido. Las horas son algo concreto sí, pero solo para lo que he explicado arriba, estimar un sprint corto o muy corto, de muy pocos días a dos semanas.

Pero igual que con los puntos, estimar con horas no nos eximirá del error inherente a las estimaciones. Así que en vez de salir corriendo detrás de las horas, deberíamos enfocarnos en habilitar y empoderar nuestros equipos para que hagan un mejor trabajo.
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¿Ustedes qué creen? ¿Cómo estiman los sprints? Déjenmelo saber en el foro - la sección de comentarios más abajo.


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Más sobre Planificación en:



El artículo de referencia de Mike Cohn lo pueden encontrar en:

miércoles, octubre 26, 2016

Ecce homo o el Ágil es algo que eres

Ecce Homo restaurado de Cecilia Giménez
En el mundo moderno, las personas profesionales tienen una preocupación, con visos de ansiedad, vinculada a su ADN, sobre todo quienes trabajan en o alrededor de compañías de TI: ser competitivas, exhibir un alto desempeño y lograr metas en plazos cortos. Las actividades que realizan y los resultados, productos o servicios generados, deben ostentar estándares elevados de calidad. Este escenario sube el nivel de estrés de quienes lo intentan día a día, aunque también acentúa el grado de satisfacción cuando se alcanzan esos objetivos.
Es precisamente bajo esta atmósfera donde el enfoque ágil presume de sus incontables beneficios. El movimiento Ágil, que no es una metodología, nos permite encontrar y poner en práctica alternativas a la gestión tradicional de personas, proyectos y organizaciones. Esta perspectiva Ágil ayuda a los equipos a responder de manera oportuna a la poca o incierta predictibilidad a través de cadencias de trabajo incremental e iterativo y de la retroalimentación empírica.
Este modelo de desarrollo repetitivo o de ciclos de trabajo abreviados, también nos habilita a las personas y a los equipos para ser cada vez más expertos en cada uno de los aspectos de la construcción de productos. En el caso de la Ingeniería de  Software, hablamos de los requisitos, diseño, programación, pruebas, integración, etcétera. Pero este enfoque puede aplicarse en muchos otros entornos de producción y operación, una oportunidad que no teníamos con el modelo tradicionalista en Cascada, donde solo había una única  ocurrencia para hacer las cosas.
Esta evolución de la eficacia en el trabajo relacionada con proyectos de desarrollo sistémico es notoria y nos permite, a su vez, ofrecer una mayor garantía de calidad y de cumplimiento con las fechas límite, aunque surgen algunos efectos colaterales de la aplicación del modelo: nos volvemos menos predictivos (¡bueno, tampoco es que antes fuéramos altamente predictivos!), se acaba eso de culpar a alguien más si las cosas no salen bien y el hecho de que Ágil requiere mucho más compromiso y esfuerzo (¡aun a ritmo sostenido!) de todos los involucrados.

Ágil es algo que eres, las prácticas y los frameworks son algo que usas

Dentro de esos innumerables beneficios de la estrategia Ágil encontramos que las características más importantes del producto reciben la más alta prioridad y que incrementos funcionales del producto se entregan desde temprano y frecuentemente; además, las prácticas y marcos de trabajo livianos que acompañan el enfoque simplifican en grande el flujo de trabajo a la vez que solo se produce la documentación necesaria y suficiente para facilitar el control del producto por parte del usuario o cliente; por último, mi beneficio favorito de este conjunto, todo esto conduce a esa eficiencia y eficacia que mencionaba al principio, lo que a su vez confluye en equipos con personas altamente motivadas y felices que exhiben un alto desempeño, sin la carga de estrés impuesta por los métodos antiguos.
Cómo se logra esto es otro asunto pero son esenciales para ello la comunicación y la colaboración no solo entre los miembros del equipo sino con las personas del entorno, los interesados. También es importante que apliquemos la filosofía Ágil donde y cuando genere valor, aunque no se me ocurre en este momento un escenario donde esto no sea posible. No se trata solo de usar Scrum, Kanban o Lean, SAFe o Nexus, o de hacer retrospectivas por hacerlas, que apenas son artefactos y comportamientos visibles, esa porción de la cultura que nos permite hacer Ágil.
Se trata es de entender y practicar las formas de racionalizar y las estructuras cognitivas de elementos como la comunicación cara a cara, la simplicidad, el compromiso, las entregas incrementales de producto funcionando con valor, la calidad y la satisfacción del cliente, entre muchos otros; pero más en el fondo o en la base, este enfoque es acerca de cultivar y experimentar continuamente valores y creencias relacionados con las personas y sus interacciones, el coraje, el respeto, la inspección y la adaptación  permanentes, la transparencia, la respuesta a los cambios constantes y tantos otros elementos que constituyen eso que conocemos como Manifiesto Ágil, es esa otra porción de fondo de la cultura que nos permite Ser Ágil.

Ágil significa reemplazar la predictibilidad falsa por la eficiencia

Las organizaciones que han incorporado estos paradigmas ágiles, por su parte, entienden que las personas experimentadas, con amplias habilidades en la resolución de problemas y en el mejoramiento de procesos, son extremadamente valiosas para hacer realidad la visión organizacional. Estas compañías reconocen que el costo de desarrollar personas con estas habilidades es grande, especialmente si quieren involucrarlas y comprometerlas en la mejora continua de procesos. Por eso no solo les proporcionan las herramientas y los recursos necesarios para entrenarse continuamente sino que también disponen de agentes de cambio que los ayudan a potenciar sus destrezas.
De esta manera es que hemos abierto nuestras mentes para enfocarnos en las personas y nuestras interacciones con ellas y cómo colaboramos con nuestros clientes y en cómo pensamos acerca de nuestro trabajo y en tácticas que nos descubran el camino hacia la superación perpetua. Nos concierne y nos motiva enfrentar los cambios, nos interesa ser la estrategia, no simplemente apoyarla, somos líderes por naturaleza, pero líderes con el poder de influenciar a otros, no de gobernarlos, nos gusta animar a los demás a que compartan nuestra visión y compartimos la de ellos, no miramos al pasado sino para aprender  y nos hacemos cargo del futuro.
Las reglas del juego cambiaron, ¿te diste cuenta? Déjamelo saber en el foro.
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Más sobre Filosofía Ágil en:

miércoles, octubre 12, 2016

Dueño de Producto, usted ha sido invitado a la Retrospectiva

El Dueño de Producto, ¡ese ilustre olvidado!
Me preguntan por interno si este personaje debe asistir a la ceremonia de inspección y adaptación. Es una buena pregunta, teniendo en cuenta que hay quienes recomiendan que no sea así o que la participación del Dueño de Producto es opcional en la Retrospectiva.
No hay ninguna buena razón por la cual el Dueño de Producto no deba estar en la retrospectiva. Desde la misma guía de Scrum ya sus autores sugieren que debería participar:
"La Retrospectiva de Sprint es una oportunidad para el Equipo Scrum de inspeccionarse a sí mismo y de crear un plan de mejoras que sean abordadas durante el siguiente Sprint".
Y ya sabemos que el Equipo Scrum se compone de Scrum Master + Desarrolladores + Dueño de Producto.
Pero más allá de esto, no concibo cómo, sin la participación del Dueño de Producto en esta reunión, sea posible que el equipo en pleno se inspeccione a sí mismo para luego crear un plan de mejoras que nunca estará completo sin la intervención de este actor. Por ejemplo, ¿cómo mejorar la comunicación con el entorno del negocio? El resto del equipo no podría definir la mejor estrategia para lograrlo en ausencia del Dueño de Producto.
Algunos dirán que se define la estrategia en la reunión y luego se la comunican al Dueño de Producto, eso simplemente extendería la retrospectiva, con el riesgo de que él "tumbe" las acciones a realizar por cualquier motivo válido.
  • ¿Y qué pasa si hay problemas con la salud del backlog? 
  • Problemas con la definición de los criterios de aceptación de las historias de usuario.
  • ¿El equipo conoce cómo los usuarios realmente usan el producto?
  • Problemas con la aceptación del incremento sprint tras sprint.
  • ¿El equipo conoce la visión completa del producto, la estrategia de implementación y cómo lo quieren los usuarios?
  • ¿Y qué ocurre si el Dueño de Producto no está el tiempo suficiente con el equipo para responder sus preguntas y clarificar las características del producto? O para proporcionar retroalimentación efectiva.
En fin, muchas son las razones para que el Dueño de Producto sí esté en la reunión. Estas que mencioné son solo algunas. En breve, el Dueño de Producto es protagonista principal en esta ceremonia.
Ahora bien, se me ocurren algunas malas razones por las cuales no debería asistir. Las mencionaré brevemente y estableceré alguna razón sólida para no tenerlas en cuenta:
Lo aburrimos con minucias técnicas. Una retrospectiva no es para profundizar en los detalles de lo puramente técnico.
El equipo de desarrollo y el Scrum Master son de un proveedor y el Dueño de Producto es del Cliente. Entonces dónde queda la confianza y, por consiguiente, la transparencia. Si estamos pensando así, todavía nos hace falta mucho de la Cultura Ágil y de liderazgo. En cualquier caso, esta práctica reduciría mucho la transparencia, necesaria a todas luces en un entorno ágil.
No tiene tiempo. ¡Este es, precisamente, un tema a abordar con él en la retrospectiva!
Así lo hemos hecho aquí y nos funciona. Esta es interesante. ¿Y qué tal si lo hacemos de la otra forma (que si asista) y vemos la diferencia? ¿Mejoramos o empeoramos? Seguramente será lo primero.
Esta última es la típica cuestión que se enmarca en el empirismo, es decir, aprendemos de la experiencia, como todo en Scrum. Algo que se resume también en eso de "usar o hacer lo que te funciona". Sin embargo, las razones que expuse al principio y muchas otras precisamente nos han enseñado los beneficios de la presencia del Dueño de Producto en la ceremonia.
Entre otras, pero todas absolutamente son "malas" razones.
En definitiva, el Dueño de Producto debería (sí debe) asistir a las retrospectivas, así que adelante. Si como Scrum Master te sugieren que el Dueño de Producto no debe estar en la reunión, te enfrentas a una sintomatología que te indica que falta algo de la base, los valores y principios ágiles, la forma cómo racionalizamos, el fondo de la cultura ágil, más que del mismo Scrum y otras prácticas.
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¿Y tú, invitas al Dueño de Producto a tus retrospectivas? Déjamelo saber en la sección de comentarios más abajo.