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miércoles, mayo 18, 2022

La furia de los OKR


El péndulo osciló de nuevo.

Los así llamados objetivos y resultados clave, OKR en su forma corta por sus siglas en inglés, están en boga de todo el mundo. Pero ya sabemos que parlotear sobre algo no es suficiente para hacerlo bien. Lamentablemente las muy malas prácticas también llegaron a ese ámbito. Hoy queremos OKR para todo. Quizás es la primera falla. Queremos OKR primero que todo. Quizás es la segunda falla. O, al contrario. Pero estos son dos de los antipatrones más comunes en la actualidad cuando de adoptar y usar esta práctica se trata.

OKR para la empresa. OKR para las áreas. OKR para los equipos. OKR para las personas. OKR para los productos. OKR para los clientes. OKR para los socios de negocio. OKR para el hogar. OKR para esto y para lo otro. En principio, eso no tendría nada de malo si se hiciera bien desde el comienzo, de manera orgánica, validando paso a paso el aprendizaje, reflexionando sobre lo que está pasando, haciéndolo de manera colaborativa, desligándolos de las prácticas de gestión del siglo pasado; pero no. No es así.

Confundir los temas con objetivos, querer definir todo el trabajo del equipo como OKR, no distinguir entre resultados clave y actividades del equipo, lograr resultados clave por percepción o apreciación, casi por clarividencia, valorar estos resultados clave en escalas insólitas o simplemente incorrectas, Confundir OKR con KPI o definir de aquellos y de estos y tratar de manejarlos bajo el mismo manto de gestión y ejecución, alcanzar el 1 o el 100 % en cada OKR de manera continuada, perseguir, casi que hostigar de manera obstinada, un OKR quimérico; ajustar o acomodar el backlog de producto o de una iniciativa en general a los OKR, o sea, el clásico paradigma de la cola asustando al gato; OKR como vasija contenedora de todas las metas presentes y futuras de la empresa. Estas, entre otras, son algunas de las prácticas erróneas cuando de OKR se trata.

Pero más allá de estas, me he encontrado con la puesta en marcha de programas de OKR sin un sustento aparente, sin conocer el porqué lo están haciendo, la causa raíz. Escenarios donde abundan respuestas como que: los demás lo están haciendo, yo también; o, me los recomendó un amigo. Es porque Google, Amazon, Intel los están usando y les está yendo muy bien. Es que me leí el libro de John Doerr y me pareció buenísimo. Me refiero, por supuesto, a Mide lo que importa, sobre el cual comentaré más adelante. En breve, de mi observación, he llegado a la conclusión de que hemos idealizado a los OKR y a la práctica de estos. Nos hemos enamorado de una entelequia. Y, como con muchas otras iniciativas, los equipos y las organizaciones están fracasando en grande.

No me malinterpreten. Los OKR son una muy buena práctica. ¡Cuando la sabemos usar! Por supuesto, tenemos que empezar por entender de qué se trata. Hay mucha documentación sobre esto. Por ejemplo, están estos dos artículos de mi siempre bien comedido amigo Jorge Abad:

OKR - Pasando de la Intención a la Acción

http://www.lecciones-aprendidas.info/2020/08/okr-pasando-de-la-intencion-la-accion.html

Seguimiento de OKR empleando Scrum como marco de gestión

http://www.lecciones-aprendidas.info/search/label/okr

Y mi sucinta presentación introductoria:

Conociendo OKR

http://www.gazafatonarioit.com/2020/06/conociendo-okr.html

Pero recordemos aquí los aspectos más relevantes:

“Los OKR son un protocolo de colaboración para establecer objetivos en empresas, equipos e individuos”. [John Doerr. Mide lo que importa.]

Hay algunas palabras clave allí y, por si no las notan, aquí las resalto:

“Los OKR son un protocolo de colaboración para establecer objetivos en empresas, equipos e individuos”. [John Doerr. Mide lo que importa.]

Protocolo. Se trata de unas reglas de juego. Algunos lineamientos que le han funcionado a otros para la implementación y uso de OKR.

Colaboración. Específicamente se trata de reglas o de normas para colaborar, para aumentar la confianza, para aumentar y mejorar la comunicación entre las personas de un equipo y entre equipos. Se trata de una forma de interiorizar, practicar y fomentar cultura de servicio, una manera de ir pasando gradualmente de trabajo en silos a trabajo por flujos de valor. La colaboración es una de las formas más bonitas que conozco, condición sine qua non, además, de fomentar el liderazgo que necesitan las organizaciones actuales, uno que inspire y guíe la búsqueda de un propósito superior.

Objetivos. Este es el punto definitivo. El propósito superior por el cual todas y cada una de las personas de un equipo y de una empresa se levantan cada mañana y “asisten” al trabajo. Hacer de este mundo algo mejor de lo que estaba cuando empezamos a transitar por él.

De eso se trata. Pero es aterrador lo que ocurre en la práctica:

·       OKR definidos por unas pocas personas, por aquellos que “deciden” el destino del equipo y de la empresa. Por personas que no se preguntan si están dadas las condiciones para lograrlos.

·       OKR mal desplegados, luego de lo cual cada uno se aísla en su mundillo corporativo a trabajar por sus propios intereses sin que nada ni nadie los perturbe.

·       El seguimiento y control a la ejecución de los OKR me recuerda las épocas en las que se medían el número de líneas de código escritas por día, la cantidad de errores encontrados en el producto o el número de horas adicionales que trabajabas y que demostraban tu compromiso con el proyecto y con la empresa.

·       OKR “seudodelegados”. Los jefes asignando la responsabilidad de los resultados a su equipo, pero al mismo tiempo no les ceden la autoridad para hacer lo que tengan que hacer para lograr los objetivos planteados.

·       Incluso me he encontrado con el síndrome del “solo yo puedo hacerlo”. Personas que no trabajan de manera colaborativa o que no empoderan a su equipo para ejecutar los OKR porque creen que son indispensables para alcanzar los objetivos propuestos. Sin ellos no es posible conseguirlos.

·       Cuando finalmente buscan el compromiso del equipo y tratan de delegar la obtención de los resultados, los impulsores de los OKR no proporcionan el equipo los recursos y no fomentan el entorno adecuado para que se conquisten las metas trazadas.

Así es que cuando te vayas a comprometer en una iniciativa que involucre OKR, practica lo contrario a esto que te he contado aquí. Quizás así encuentres una salida al éxito que quiere tu equipo y tu organización, quizás así puedas hacer frente a esta infame furia de los OKR.

Mientras eso sucede, por favor, cuéntame en el foro que otras cosas se te ocurren para desafiar ese furor dañino que supone el mal uso de los objetivos y resultados clave.

Addendum

Sobre el libro Mide lo que importa, de John Doerr.

Les confieso que soy poco amigo de recomendar libros. La responsabilidad en ese sentido es muy grande y a veces creo no poder con tanto. Así que esta vez trataré, quizás por primera vez, de soltar mis emociones, incluso mis juicios, subjetivos por demás, sobre esta pieza técnica de Doerr que leí hace ya algunos años.

Voy a destripar en grande: ¡el libro me quedó debiendo!

Tiene una gran historia sobre los orígenes de los OKR, con diversos ejemplos de cómo lo han estado usando empresas para mejorar como organizaciones, para ser más efectivas. Pero no encontré placer con esos ejemplos, no lo sé, quizás debido a que desde el título del libro o de su introducción, esperaba algo distinto.

Si estás esperando una guía para concertar y definir “buenos” OKR para tu equipo y tu empresa, quizás este no sea el medio para lograrlo. Afortunadamente puedes ir a Internet y encontrar copiosos ejemplos para ello: OKR para Talento humano, OKR para desarrollo de producto, OKR para ventas, OKR para la alta dirección, OKR para esto y para lo otro. Eso sí, siempre haz chequeo cruzado, no vayas asumiendo que todo lo que encuentras por allí es de buena calidad.

Volviendo al libro, me quedé con la convicción de que la mayoría de los ejemplos adolecían de detalles prácticos. Eran más como historias para demostrar la versatilidad de los OKR. Eso sí, como escritor, creo que esto es un proceso natural. Estoy haciendo conjeturas cuando digo que el autor se situó en cada momento de la historia y usó la experiencia de ese momento para escribir cada aparte del libro y cada historia y cada ejemplo.

De algo sí estoy bien seguro: algunos de los resultados clave me parecieron imposibles o cuasi imposibles de medir.

¿Estás de acuerdo? ¿No? Bueno, el foro es un buen espacio para que lo hablemos.

miércoles, febrero 16, 2022

Nuestro Scrum empírico de todos los días

Imagen tomada de Pixabay

“El verdadero método de conocimiento es el experimento”.

-          [William Blake. Poeta, pintor y grabador inglés.]

Muchos dicen usar Scrum, dicen usarlo bien. Según los “lineamientos” ágiles, los he escuchado decir. Pero he aquí una observación: la gran mayoría quizás ni lo están haciendo, a pesar de los eventos, las responsabilidades y los artefactos. En general a casi todos les hace falta lo que llamo “el espíritu de Scrum”. Ese que tiene que ver con la teoría del marco de trabajo, con sus pilares y con sus valores.

Me concentraré específicamente en la teoría. En esa que nos dice que Scrum se basa en el empirismo y en el pensamiento Lean. De hecho, mi foco será esto del empirismo. Para empezar, es bueno reconocer que un entorno empírico es aquel en el que la mejora y la dirección están guiadas por los experimentos y la experiencia.

Esta última se basa en lo que ya ha ocurrido, en el pasado. Muchos siguen usando Scrum tratando de predecir lo que va a pasar en el futuro, a veces incluso, en un futuro distante. Nada más alejado de las prácticas erróneas. Mi primera recomendación: usa la experiencia para experimentar con la planificación en el muy corto plazo, la planificación de un sprint; es más, con la planificación de un día de trabajo.

Para hacerlo, haz que tu equipo planifique teniendo en cuenta lo que pasó en el último sprint. Quizás en los tres últimos. Tampoco te vayas tan atrás. Seguramente hay cosas que han cambiado en el entorno. No es lo mismo si hace unas semanas tu equipo estaba disperso por el mundo y apenas si lograbas identificar un icono en una pantalla de alguna de las herramientas favoritas de comunicación, a si en este momento están trabajando con un modelo “híbrido” o presencial del todo. Mientras escribo esto, algunas empresas ya lo están intentando.

Promueve un entorno donde todos en el equipo y los interesados clave, además de los usuarios, esperen lo inesperado. Es lo que sucede cuando trabajas bajo el manto de la incertidumbre y la volatilidad inherentes a los escenarios que enfrentas habitualmente, sin hablar de la complejidad propia del ADN de las iniciativas con las que convives a diario. Es en estos escenarios donde un proceso empírico tiene vigor.

La realidad del Scrum que haces

Photo by Yan Krukov from Pexels
Todo el tiempo escuchas decir:

La mejor duración de sprint es de dos semanas. Pero ¿has experimentado con otra duración? ¿Una mejor, por ejemplo?

En nuestras Daily Scrum seguimos usando las “tres preguntas”. Nos parecen muy buenas. Sí, pero ¿has experimentado con otro tipo de conversaciones?

Nuestra definición de terminado es muy completa. Pero ¿la has mejorado con el tiempo?

En cada sprint implementamos entre 4 y 8 historias de usuario. Pero ¿has experimentado con otros rangos?

Nos funciona bien un equipo de 8 personas. Pero ¿has ensayado con otro tamaño de equipo?

Te haré otras preguntas:

¿Has dejado de usar la velocidad como medida de capacidad para el equipo?

¿Sigues usando puntos de historia para estimar las historias de usuario?

¿Has intentado con tu Product Owner alguna técnica distinta a MoSCoW para ordenar el Product Backlog? ¿Has usado MoSCoW?

¿En realidad todos en el equipo y en el entorno, es decir, interesados clave, patrocinadores y usuarios, entre otros, comparten no solo la misma información sobre lo que está sucediendo, sino el mismo significado de las cosas?

¿Has experimentado o has promovido cambios en la forma como hacen la planificación del sprint, el refinamiento, la revisión o la misma retrospectiva? Sobre esta última, ¿te limitas a los “pasos” generados por Retromat, Fun retrospectives o el muy buen libro sobre el tema de mi gran amigo Jorge Abad, pero nunca has intentado crear tu propia retrospectiva, más adecuada a las necesidades de tu equipo en un momento dado?

Finalmente, ¿te basas y promueves que el equipo y la organización se basen en lo que ya ha sucedido, datos cuantitativos, sobre todo, para tomar decisiones sobre qué hacer y cómo hacerlo en el futuro inmediato?

Algo del Scrum que deberías estar haciendo

Photo by fauxels from Pexels

¿Y por qué todo este cuestionamiento?

Bueno, precisamente porque Scrum es útil en un entorno donde la experimentación debe(ría) estar a la orden del día. Como dije al principio, a eso se refieren Schwaber y Sutherland cuando dicen que Scrum se basa, además del pensamiento Lean, en el empirismo. Este último “afirma que el conocimiento proviene de la experiencia y de la toma de decisiones con base en lo observado”.

Por ejemplo, no te desgastes mucho, ni entretengas a tu equipo haciendo estimaciones, aunque sean “ágiles”, en el primer sprint. Simplemente empieza. Al final del primer sprint tendrás un dato verificable de cuánto hizo el equipo. De inmediato, en el segundo sprint, toma la decisión de que la velocidad del equipo sea justamente el número de puntos que acaban de lograr en el sprint anterior. De hecho, esto es un patrón Scrum conocido como El clima de ayer.

Ahora bien, los experimentos no tienen que proponer cambios sustanciales a lo que se está haciendo. Puedes usar mejoramiento continuo de un paso a la vez, crea una expectativa de experimentación y mejora bastante baja, de tal forma que para nadie sea una carga impositiva sino más bien un camino a transitar, desafiante pero divertido. Eso sí, primero enséñales a todos a mejorar, a proponer esos experimentos que tanto quieres.

Por ejemplo, enséñales a prepararse para una Daily Scrum.

Puedo contar por centenares las reuniones diarias a las que he asistido con personas que van muy mal preparadas a la misma. Todo el tiempo están titubeando, desenfocados, desmotivados y mirando el reloj a que simplemente terminen los infames 15 minutos de la reunión porque saben que eso sí lo van a respetar. Una de las principales razones que he encontrado para que esto suceda es que es una sesión subvalorada, a la que le dan poca o ninguna importancia, porque no terminan de entender qué significa la inspección y adaptación como pilares esenciales de un entorno empírico.

Lo he resuelto con entrenamiento, preparación y acompañamiento. Además de crear todo un movimiento cultural alrededor del evento:

1.    Al principio del sprint fijas una táctica o técnica para llevar a cabo la reunión.

2.    Les enseñas a todos en el equipo cómo será, haces una simulación. Llevas a cabo conversaciones de mejora para que cada uno llegue a conocer muy bien los detalles.

3.    Antes de las primeras sesiones, te aseguras de que todos efectivamente estén preparados. Indagas si necesitan ayuda para estarlo. Les proporcionas la ayuda que necesitan.

4.    Durante el evento estás atento a cómo lo llevan a cabo para, a continuación de este, mantener otras conversaciones de mejora y perfeccionar en consecuencia.

5.    Indaga cómo se sienten, qué les hace falta, qué quieren proponer.

6.    Precisamente sobre este último asunto, lo más importante es, enséñales a mejorar ese paso a la vez. Por ejemplo, enséñales con ejemplos claros a que cada vez digan más con menos palabras. Pero sin atribularlos.

Por sobre todas las cosas, siempre ten en cuenta lo que sucedió los días anteriores. Y haz que ellos en el equipo también lo tengan presente. No puedes encontrar nada de eso que sucedió en un cuerpo de conocimiento, mucho menos en la guía de Scrum. De hecho, Scrum se basa en la inteligencia colectiva de las personas que lo usan. Y es precisamente esa diversidad de perspectivas, una de las formas cómo enfrentamos la complejidad que nos rodea, lo que posibilita que encontremos soluciones más acertadas o apropiadas a los problemas que nos desafían cotidianamente.

Quieres saber más

Para saber más del Scrum que deberías estar haciendo, te invito a mi próximo curso para Scrum Masters. Encuentras toda la información de este en:

https://luchosalazar.com/portfolio/nuevo-curso-scrum-master/

Mientras tanto:

Para saber más de cómo mejorar la Daily Scrum:

http://www.gazafatonarioit.com/2022/01/como-ayudar-tu-equipo-mejorar-su-daily.html

https://luchosalazar.com/2021/04/23/daily-scrum-kaizen/

Para saber más sobre el clima de ayer y otros patrones Scrum:

https://luchosalazar.com/2020/05/21/patrones-scrum-un-enfoque-adaptativo/


Nuevo curso: Scrum Master

Es un hecho: la notoriedad de las prácticas ágiles para el desarrollo de productos ha crecido y sigue creciendo, hasta el punto de convertirse en ese oscuro objeto del deseo de las organizaciones, grandes y pequeñas, que han estado adoptándolos en distintos niveles. Típicamente, los enfoques de adopción se implementan vía Transformaciones Ágiles y la historia ha mostrado resultados mixtos: éxitos y fracasos de estas iniciativas de cambio. Las tácticas usadas y los métodos específicos seleccionados para la adopción varían ampliamente dependiendo del contexto.

Scrum es un marco de trabajo liviano que ayuda a las personas, equipos y organizaciones a generar valor a través de soluciones adaptativas para problemas complejos. Scrum ayuda a poner de manifiesto o en práctica los valores y principios que definen el pensamiento ágil y Lean a través de una serie de lineamientos simples pero efectivos que habilitan a las personas y equipos para ser más productivos mientras mantienen la energía y la motivación al hacer su trabajo.

Este curso permitirá al asistente adquirir y dominar los conceptos necesarios y suficientes para poner en uso el marco de trabajo Scrum y prácticas relacionadas en iniciativas de todo tipo. El curso contribuye a que los equipos y las organizaciones den un paso más en el mejoramiento continuo como corporaciones de alto desempeño y empiecen a mirar la transformación digital como una opción capital en tiempos de alta incertidumbre y complejidad.

Prerrequisitos del curso:

Este taller no tiene ningún prerrequisito. Sin embargo, se recomienda ampliamente:

·       Leer la guía de Scrum (http://www.scrumguides.org/download.html). Aquí la encuentran en original inglés y en muchos otros idiomas, incluyendo español. Buscar la línea “Spanish (South/Latin American) (November 2020))” y hacer clic allí para descargar.

·       Leer el Manifiesto Ágil (http://agilemanifesto.org/iso/es/manifesto.html)

Objetivos del curso:

Al finalizar este curso, el participante estará en capacidad de:

·       Conocer, interiorizar, practicar y empezar a promover los Valores y Principios del Manifiesto Ágil, qué significa ser Ágil y de qué se trata la Filosofía Ágil.

·       Adquirir el conocimiento básico de las prácticas Ágiles para desarrollo de productos y los aspectos fundamentales del marco de trabajo Scrum. Incluyendo las responsabilidades, los eventos y los artefactos propuestos por el marco de trabajo.

·       Entender varias técnicas para mitigar la incertidumbre y el riesgo de los proyectos aplicando valores y principios Ágiles.

·       Aplicar el marco de trabajo Scrum para conocer las necesidades en las operaciones específicas de los negocios.

·       Aumentar la transparencia, inspección y adaptación, pilares de Scrum, mediante la vivencia de los cinco valores de Scrum: coraje, foco, franqueza, apertura y compromiso.

Para quién es valioso este curso:

Este curso y certificación son apropiados para cualquier persona interesada en empezar a ejercer como Scrum Master, pero también que busque conocer los principios fundamentales de Scrum, que estén o vayan a participar en iniciativas ágiles con Scrum; también, y para interesados en las iniciativas y proyectos que están en la cadena de valor de proporcionar características o requisitos a los equipos de desarrollo de productos o servicios.

·       Gerentes o Líderes de producto

·       Dueños de Producto

·       Mercadeo de productos

·       Analistas del negocio

·       Analistas funcionales

·       Patrocinadores de los proyectos de desarrollo

También a las áreas de TI de la organización:

·       Líderes técnicos

·       Gerentes de Proyectos

·       Desarrolladores

·       Arquitectos de software

·       Analistas de Prueba

·       Diseñadores

·       Scrum Masters

·       Desarrolladores Scrum

·       Consultores Comerciales,

·       Consultores de Preventa de Proyectos

·       Líderes Funcionales de Áreas Usuarias de Software o similares

Entre otras personas interesadas en mejorar las interacciones de manera efectiva con los demás miembros del equipo y de su empresa mediante el uso de las prácticas propuestas por Scrum.

Contenido:

1.    Introducción Ágil

2.    Qué es Scrum

3.    Valores de Scrum

4.    Scrum Team

o   Product Owner

o   Developer

o   Scrum Master

5.    Eventos de Scrum

o   Sprint

o   Sprint Planning

o   Daily Scrum

o   Sprint Review

o   Sprint Retrospective

6.    Artefactos de Scrum

o   Product Backlog

o   Sprint Backlog

o   Increment

7.    Otros Conceptos de Scrum

8.    Prepárate para ser el mejor Scrum Master

Formación:

Tipo de Curso: Profesional.

Código de la Certificación: SMPC®.

Examen de Certificación:

El curso incluye el examen de certificación SMPC® por Certiprof.

·       Formato: Opción múltiple

·       Preguntas: 40

·       Idioma: Español/Inglés/Alemán/Portugués

·       Puntaje de aprobación: 32/40 o 80 %

·       Duración: 60 minutos

·       Libro abierto: No

·       Entrega: Este examen está disponible en línea

·       Supervisado: Será a discreción del Partner

Información del próximo curso:

Duración: 15 horas

Modalidad: en línea (virtual)

Fechas y horarios:

Sesión 1: miércoles 23 de marzo de 2022. 5 p.m. a 8 p.m. (GMT – 5. Bogotá, Lima, Quito)

Sesión 2: jueves 24 de marzo de 2022. 5 p.m. a 8 p.m. (GMT – 5. Bogotá, Lima, Quito)

Sesión 3: lunes 28 de marzo de 2022. 5 p.m. a 8 p.m. (GMT – 5. Bogotá, Lima, Quito)

Sesión 4: miércoles 30 de marzo de 2022. 5 p.m. a 8 p.m. (GMT – 5. Bogotá, Lima, Quito)

Sesión 5: jueves 31 de marzo de 2022. 5 p.m. a 8 p.m. (GMT – 5. Bogotá, Lima, Quito)

Inversión:

U$479 precio regular.*

Descuento de 10 % a grupos de tres o más personas. Escríbeme a contacto@luchosalazar.com si quieres acceder a este descuento.

Atención: Incluye certificación Scrum Master Professional Certificate. SMPC®

Escríbeme a contacto@luchosalazar.com para reservar tu cupo en un nuevo curso o para despejar cualquier duda que tengas.

¿Quieres este curso para tu empresa? Contáctame para más detalles.


viernes, enero 28, 2022

No cometas los mismos errores

Imagen tomada de Pixabay
Esta simple e inocente expresión que quisiera complementar con: “habiendo tantos nuevos por hacer” (No cometas los mismos errores habiendo tantos nuevos por hacer), es uno de mis mantras ágiles, hace parte del pensamiento ágil y lean que conduce mi comportamiento personal y profesional.

Sé que, si lo digo así, de esta manera tan escueta, es difícil de entender, así que trataré de explicarlo en las siguientes mil palabras… o menos.

Casi todos los equipos y empresas que conozco juegan a “lo seguro”. Se mueven como pez en el agua en su zona más confortable, usando técnicas de gestión y de ejecución y herramientas que no los desafían a ir más allá de lo necesario. Se pasean por los pasillos de una cultura donde no florecen ideas novedosas, así que, a lo sumo, alcanzan a equivocarse con errores ampliamente conocidos y miden su éxito de mejora con la velocidad a la que resuelven esos impases.

Me viene a la mente esta reflexión de Donald Rumsfeld, exsecretario de Defensa de Estados Unidos: Hay cosas conocidas que sabemos; son cosas que sabemos que sabemos. Hay cosas conocidas que desconocemos; se trata de cosas que no sabemos que sabemos. Pero también hay cosas desconocidas que desconocemos, cosas que ni siquiera sabemos que no sabemos.

Pues bien, estas empresas de las que hablo se agrupan en los dos primeros estados. Saben lo que saben, son hechos y son conscientes. Saben lo que no saben, saben que son cuestiones no respondidas, pero que tienen respuestas y están a su alcance. Incluso algunas no saben lo que saben, intuiciones; es lo que flota en algún limbo entre la consciencia e inconsciencia empresarial y que en algún instante se hará evidente. Todas estas organizaciones tampoco están conscientes de que la velocidad de cambio en su entorno es vertiginosa, mucho mayor que la velocidad de cambio en su interior. Y esta dolencia es sinónimo de extinción.

Entra la cultura de experimentación

Imagen tomada de Pixabay
Entonces, ¿cómo ir más allá? ¿Cómo provocar esa sacudida en el pensamiento de los líderes actuales? ¿Cómo ir a ese terreno inexplorado que supone lo que no sabemos que no sabemos? Los practicantes ágiles hemos encontrado una respuesta a estas preguntas: interiorizar, practicar y promover una cultura de experimentación.

Esencialmente, una cultura de experimentación implica implementar nuevas ideas o soluciones en la empresa, sin restringirlo solo a ciertas áreas.  Hago énfasis en lo de “restringirlo” porque hoy por hoy, los así llamados y recién instaurados laboratorios de innovación o centros de experimentación se están convirtiendo en una isla más en la organización. Un lugar, físico o virtual, al que solo ingresan algunos “privilegiados” de la empresa en tiempos de cambio.

La experimentación debe adoptarse en toda la empresa y los líderes junto con la alta dirección deben tener una mentalidad que promulgue e incentive la búsqueda de ideas en todas las personas que hacen parte del entorno corporativo. Es un hecho, las buenas organizaciones tienen personas y equipos con una fuerte convicción sobre el logro de objetivos y ejecutan iniciativas de una manera equilibrada; pero una organización virtuosa agrega la dimensión de una cultura de experimentación consistente.

Como siempre, la falla es un imperativo, es una condición sine qua non una cultura de experimentación se establece y arraiga en la empresa. Sin experimentar y errar en algunas acciones, iniciativas, incluso proyectos, no será posible encontrar las mejores ideas que posibiliten dar nuevos, grandes y concretos saltos a la organización, para entrar otra vez en el mercado ampliamente volátil y competitivo actual.

Una cultura de experimentación reta el statu quo organizacional y, a no ser que las empresas aprendan a desafiar sus formas actuales de pensar, no podrán sobrevivir. Perentorio.

La experimentación es dolorosa al comienzo. Saber que la mitad o más de nuestras hipótesis fallarán, no es algo que aliente a muchos en la empresa, mucho menos a la alta dirección. Pero es un paso necesario en la evolución corporativa hacia dejar una huella más profunda en los clientes y consumidores y hacia el logro de ese propósito superior que toda organización virtuosa ambiciona hoy. Aumentar el número de experimentos por unidad de tiempo, a lo Jeff Bezos, es una manera de salirle al paso a este dolor. Y es que las empresas exitosas prueban muchas ideas cada día, cada semana.

Cómo empezar a adoptar una cultura de experimentación

Imagen tomada de Pixabay
Estamos hablado de cultura. No cambiamos la cultura de un equipo, mucho menos de una organización en poco tiempo. Es una tarea titánica. De hecho, intentar cambiar la cultura organizacional es algo que raya en lo imposible. Lo que hacemos es apropiarnos de, empezar a practicar y a incentivar comportamientos inéditos, originales, que a la postre den como resultado el cambio cultural que queremos. De manera paralela, desincentivamos poco a poco comportamientos que nos hagan arraigar en la cultura actual.

Para este caso en particular, algunos comportamientos siembran la semilla de la experimentación en la empresa:

Invita a todos en la organización, incluso en el ecosistema empresarial. La experimentación la hacemos las personas y es para las personas. La gran mayoría de laboratorios de innovación que he visto son un ejemplo de lo que no debe ocurrir. Apenas si alcanzan a ser una bodega más en las selvas corporativas de la actualidad. La inteligencia colectiva y la diversidad de perspectivas son algunas de las mejores formas de enfrentar los escenarios complejos inherentes al trabajo que hacemos día a día; y se constituyen en pilares esenciales de la generación de nuevas ideas a probar.

Fomenta nuevas iniciativas por doquier. Grita a los cuatros vientos, hasta los extramuros de la empresa, que estamos bajo un manto seguro para fallar. Algo así como el manto de la invisibilidad de Harry Potter, una reliquia de la experimentación y la alquimia. Incentiva el nacimiento de hipótesis, premia los experimentos realizados, sin importar el resultado, siempre que haya aprendizaje para el equipo y la organización.

Motiva a las personas a mantenerse hambrientas, al menor estilo de Steve Jobs y su ya muy famoso y recordado “Mantente hambriento, mantente alocado”. Si empiezas a institucionalizar muy rápido estarás erigiendo paredes infranqueables para una cultura de experimentación. Es una vía rápida a la cultura del “siempre lo hemos hecho así”. Y de allí, al estancamiento solo hay unos pequeños pasos. Es definitivo, erradica todos los “talla única” de tu empresa; es decir, un único proceso para todo, una única forma de hacer las cosas, una sola práctica para todo, etcétera.

¿Ves que todavía hay mucho espacio para cometer errores? El trabajo es cuesta arriba, pero vale la pena escalar la montaña. Casi siempre la vista desde arriba es fantástica.

¿Y tú, qué estás haciendo para impregnar una cultura de experimentación en tu equipo y en tu empresa? Por favor, déjamelo saber en el foro.