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domingo, diciembre 15, 2019

El contexto de tu producto importa: aquí te cuento el porqué

Imagen tomada de Pixabay

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Los dueños de producto virtuosos utilizan una combinación de análisis de negocios, experiencia de usuario y habilidades de gestión de productos para determinar cuál es el siguiente producto correcto a diseñar y construir y para compartir con el equipo de desarrollo el entendimiento que tienen de su visión.

Mucho antes de la era ágil ya enseñaba y acompañaba a los gerentes de producto y líderes de equipos de producto a:
  • Entender mejor a los interesados, a los usuarios y a todo aquel que se viera impactado de una u otra forma por el producto y por su desarrollo
  • Comprender el contexto de su producto
  • Tener una percepción más íntima de las necesidades de sus consumidores
  • Entender y juzgar el producto derivado de su trabajo con el equipo
  • Organizar la información recopilada del aprendizaje del uso del producto, más del contexto de este.
El movimiento ágil me enseñó posteriormente que una técnica específica puede o no ser apropiada en cada situación. También me enseñó que el diseño y la elaboración de productos impresionantes es una forma de pensar, una mentalidad. De esta manera, el mensaje que llevo a los Dueños de Producto actuales para ayudarlos a determinar el momento adecuado para usar una u otra técnica y la forma más sencilla de aplicarla, es conocer en profundidad los diferentes escenarios, las circunstancias o condiciones bajo las cuales será usado el producto que tienen en mente, lo que casi siempre incluye conocer al detalle a los usuarios o consumidores.

Pero en el camino de establecer una comprensión compartida del problema y más allá, de la causa raíz, el problema detrás del problema, y de las mejores soluciones para resolverlo, nos encontramos con ciertos impedimentos como:
  • Muchos backlogs de producto
  • Dificultad en la priorización de cada uno de ellos y entre unos y otros
  • Poca percepción del valor de cada producto y de cada uno de sus componentes, el valor para el negocio
  • Muchas interdependencias entre unos y otros y hasta con productos que no están en el radar de nadie
  • Los equipos no necesariamente están trabajando en los productos correctos desde una perspectiva del negocio, aunque los Dueños de Producto no ayudan mucho en este sentido

Para sobrepasar estas dificultades ayuda conocer el contexto en el cual estamos trabajando. Es útil encontrar las respuestas a preguntas como:
  • ¿Quién necesitará o usará nuestro producto?
  • ¿Quién es nuestro consumidor final?
  • ¿A qué mercado o segmento de mercado queremos llegar?

Pero ya no estamos en el momento de quedarnos con las respuestas simples. Estamos en la era de la hiperpersonalización de productos. Cada consumidor o usuario quiere tener su propia experiencia, única, así es que dediquemos tiempo a conocer a muchos de ellos. No es que necesitemos salir con un MVP para cada uno, se trata de salir lo más rápido posible con un producto en excelentes condiciones, listo para usar o consumir y,  a partir de allí, incrementarlo y desplegarlo a más y más usuarios de manera frecuente.

Dediquemos un tiempo importante a repensar el producto. No caigamos en la trampa del “MVP muy temprano”. El mayor miedo de las organizaciones hoy es llegar al mercado con el producto incorrecto. Está bien lo de fallar rápido y barato pero no se trata de fallar por fallar. Nos enfrentamos a la paradoja de las organizaciones exitosas: solo queremos brindar productos que enamoren a las personas, pero no sabemos si el producto deleitará a nuestros clientes hasta tanto no lo hayamos entregado.

Las cosas así, llevar a cabo minuciosamente algunas de estas actividades, sino todas, ayuda:
  • Definir y defender la visión del producto.
  • Investigar la naturaleza y probar las necesidades del mercado
  • Identificar múltiples opciones de productos de alto valor.
  • Decidir las fechas de lanzamiento y el contenido. Sobre todo, lanzar con calidad.
  • Durante el desarrollo “a lo Scrum”, lograr que los elementos del backlog de producto estén "Preparados" para la planificación y desarrollo
  • En ese mismo orden de ideas, aceptar solo trabajo "Terminado"
  • Realizar demostraciones de productos y solicitar retroalimentación en vivo y en directo, tomar atenta nota e incorporar, de ser posible, las nuevas solicitudes

En mi artículo Las historias de usuario se cuentan con C de Contexto, enumeraba Algunas herramientas que nos ayudan a entender mejor el contexto de las historias de usuario y del producto en general. Puedes leer el artículo en:

Ahora bien, antes de pensar en la tecnología, pensemos en el negocio. Antes de salir a vender (o a producción), pensemos en el mercado. Antes de desarrollarlo, pensemos en el cliente o usuario. Antes de considerar sus componentes internos, pensemos en cómo se verá a los ojos, a los sentidos de las personas a las que queremos llevarle el producto.

Una técnica que estamos aplicando con éxito es esta del desarrollo de productos basado en experimentos: una forma de abordar el diseño del producto y el proceso de desarrollo para que la investigación, el descubrimiento y el aprendizaje (hacer preguntas y obtener respuestas útiles y confiables) tengan prioridad sobre el diseño y luego la validación de las soluciones propuestas. Pero sobre desarrollo de productos basado en experimentos hablaremos en otra oportunidad.

Imagen tomada de Pixabay
Mientras tanto, atención Dueños de Producto, Gerentes de Producto, deleguen completamente el diseño y la construcción del producto al equipo de desarrollo, ustedes dedíquense a explorar el mercado, a aprender de él, a pensar en nuevas formas de cambiar el estilo de vida de las personas y a conocer las necesidades de estas. Es lo que finalmente los conducirá al éxito en sus tareas habituales. ¡Escucha a tu usuario!

Finalmente, es solo a través de procesos efectivos de diseño, prueba, retroalimentación e iteración, que un Dueño de Producto y su equipo pueden validar el impacto de una idea en un contexto. Súmate a un equipo grandioso, porque un equipo estupendo hace productos fantásticos.