La
imagen es de Jorge Johnson.
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El 27 de marzo
ocurrió un hecho histórico para quienes hacemos parte del ecosistema ágil, se
trata del lanzamiento de las 7as jornadas latinoamericanas de metodologías ágiles,
Ágiles 2014.
En la Universidad
EAFIT de Medellín nos reunimos representantes de la Industria, de la Academia,
de las organizaciones sin ánimo de lucro del sector productivo (de software) y
los entusiastas de las metodologías ágiles, miembros de la Comunidad Ágiles
Colombia. En el ciberespacio, nos acompañaban desde distintos puntos,
participantes de las distintas comunidades latinoamericanas con quienes
llevamos adelante este proyecto.
Bajo el lema de “Sea
protagonista del cambio en el mundo del trabajo”, Luis Mulato, presidente de la
Conferencia, nos empezaba explicando cómo “narradores, protagonistas y testigos
de historias de cambio nos han transmitido sus vivencias y ahora somos responsables
de difundir su legado: Sí podemos cambiar el mundo”.
Me vino a la mente
aquel fabuloso ensayo de Tobias Mayer en su libro The People’s Scrum, donde
relata una imagen, la de “una oficina donde reina la risa y la pasión. Donde
todos, inspirados por un espíritu de camaradería, habitados por un clima de
entusiasmo, propósito común y esperanza, trabajan en un ambiente que fomenta la
escucha, la comunicación abierta y la colaboración a mansalva.” Tobias se
refería a un ambiente parecido al de una plaza o al del patio de la escuela, “donde
la innovación y las ideas disruptivas eran una parte natural de cada
interacción”.
Mulato nos contó la
historia de Ágiles, desde la Pampa argentina hasta el café colombiano, hoy, y
nos explicó como nuestra visión es la de “fortalecer a Colombia como un país
comprometido con el uso de metodologías ágiles e integrar a la región,
expandiendo los conocimientos y experiencias de las comunidades predecesoras en
Centroamérica y México.”
La
imagen es de Claudia Sandoval.
Nos mostró cómo
personalidades de la talla de Mary y Tom Poppendieck, Janeth Gregory y Jurgen
Appelo, James Patton y Diana Larsen, entre otros, han participado en ediciones
anteriores y que esperábamos contar con reconocidos expertos de la misma talla
que ellos. Y hablamos de los beneficios de que la industria se sumara a la
Conferencia:
- Conocer las tendencias
- Conocer experiencias en el medio
- Ver la aplicabilidad del modelo
- Compartir los resultados
- Experimentar la felicidad de las personas
- Percibir y dejarse contagiar de la energía renovadora que trae la cultura ágil, volver a amar los lunes en la oficina
Después, un momento
especial, bueno, una suma de momentos, las charlas ignite, las conferencias relámpago, donde en solo 5 minutos, con 20
diapositivas que avanzan automáticamente, diversos conferencistas nos
deleitaron con temas tan diversos como las de Jorge Johnson con sus “Girasoles, falanges
y estimación relativa” en la que nos decía que todos somos geómetras y que
nuestro cerebro “necesita buscar una cohesión o patrón geométrico”, nos habló
de la filotaxis, naturaleza autoorganizada y la proporción dorada y cómo todo
esto tiene relación con la estimación de proyectos ágiles de software. Al final,
nos lanzó su hipótesis, la está estudiando a fondo me dijo, obteniendo las
bases teóricas: “Nuestro cerebro tiene
grandes habilidades para hacer estimación relativa con la secuencia Fibonacci.”
Siendo fan de la archipopular progresión, yo no lo dudo. Esperaremos con ansias
los resultados de su investigación.
Jaime García nos habló de la
necesidad de un “Agilector 4000” en
su “Selección Ágil de la Tecnología” y nos dejó a todos con la expectativa
hasta octubre, fecha en la que ocurrirá el evento. Adrian Moya nos habló de “Desarrollo
Guiado por Comportamiento” o BDD. Entre otros. La lista completa de
participantes y temas y presentaciones la pueden encontrar aquí.
Desde el exterior, vía Internet, nos acompañaron Diego Fontdevila con su “Arquitecturas y
Organizaciones”, Martín Salias
con su “Como escala la naturaleza” y Ricardo
Colusso, entrevistando a Carlos
Churba sobre “Principios para Estimular la Creatividad”. Al final, Verónica Vera nos deleitó con su “Futuro
netamente humano”. En ese instante, el ambiente era mágico y quienes fuimos
artífices y probablemente los participantes de esta fiesta de apertura nos dejamos
contagiar de la felicidad, esa que tanto hemos vuelto a buscar y que estamos
encontrando vía la cultura ágil.
En el cierre de la
velada hablé de cómo es que seguimos viviendo en un momento histórico, pleno de
ciencia y tecnología, pero también lleno de dilemas y conflictos humanos. Mientras
lo decía, pensaba de nuevo en ese ensayo de Tobias, en su imagen renovada de la
oficina del futuro, y en el mecanismo que teníamos para lograrlo. Tobias dice que
“ese mecanismo no se llama Scrum. No
hay framework, proceso o metodología
que por sí solo permita alcanzar esta visión.” Más adelante expone finalmente
que “hay solo una persona, un método, una cosa que puede hacer realidad esta
visión. Tú.” Por eso el gran reto, dije entonces, el nuestro, es que junto al
cálculo y a la técnica, junto al método y a la teoría, hagamos convivir lo
mítico, lo estético, lo simbólico.”
¡Nos vemos en octubre!