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"Comenzar fuerte es bueno. Terminar fuerte es épico". [Robin
Sharma]
Desde siempre he visto como los equipos de desarrollo
de producto, especialmente los de desarrollo de software, emprenden los más
titánicos proyectos con unas ganas inconmensurables, una fuerza interior,
personal y grupal, que parece infinita y una pasión energizante que enciende los
motores de la creación, el trabajo en equipo y los deseos de triunfar.
Nada muy distinto a lo que ocurre hoy en cada iteración
de cualquier iniciativa o esfuerzo de desarrollo: el primer día los equipos
planifican su propósito de vida para las siguientes jornadas y hasta son
capaces de hacer un pronóstico de cómo alcanzarán la meta del sprint que
comienza. Y diariamente acuden a la cita de la colaboración y la creación de
valor con la mejor sonrisa y disposición.
O así es… ¡hasta que se acerca el fin de la iteración!
- Es que no hicimos retrospectiva para terminar las historias de usuario
- Programadores escribiendo programas minutos antes de la revisión con los interesados. ¿Y las pruebas?
- Vamos a aplazar la revisión. Mañana hacemos la planificación del próximo sprint, luego la retrospectiva. Pasado mañana hacemos la revisión de este sprint que termina.
- Solicitemos un aplazamiento del paso a producción para el próximo sprint.
- Pidamos una extensión del sprint. Necesitamos dos o tres días más para terminar lo prometido.
- Y la lista continúa.
El
último día del Sprint comienza el primer día del Sprint
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Recordemos en la planificación que la revisión y la
retrospectiva requieren de preparación. No es algo que ocurre solo porque llegó
la hora de hacerse o porque el marco de trabajo lo exige. Nunca veo esas tareas
de preparación en el backlog del sprint. Y no, no son historias de usuario. Son
actividades que bien pueden realizar el Scrum Master, pero también el Dueño de
Producto o cualquier otro miembro del equipo, aunque preferiblemente uno de los
dos primeros.
En cada reunión diaria, examinemos efectivamente cómo
vamos hacia el cumplimiento de la meta del sprint y qué estamos haciendo
específicamente para preparar esa gran fiesta que es la revisión del incremento
con los interesados, no solo con el Dueño de Producto. Y, ni más faltaba,
vayamos pensando qué clase de retrospectiva queremos hacer. Y sí, quince
minutos es suficiente para ello. Durante la preparación de estos eventos
finales también surgen impedimentos que hay que resolver con prontitud.
Recordemos, si no aseguramos la calidad del producto,
no está terminado. Siempre pongamos de manifiesto que solo revisaremos lo que
verdaderamente está terminado. Y no, casi terminado no es terminado.
El Scrum Master bien puede crear una campaña de
expectativa hacia el exterior del equipo, dirigida a los interesados, sobre la
próxima revisión, el siguiente gran hito. Y también hacia el interior del
equipo: la siguiente gran oportunidad de inspección y adaptación, la
retrospectiva. Sin que esto quiera decir que los demás eventos no son
oportunidades de evaluación y ajuste, en el sentido de mejora continua.
Promovamos el descanso placentero y el sueño profundo,
incluso la relajación y la meditación, la noche antes del día final del sprint.
Descansemos, estemos con nuestras familias o amigos, salgamos a cenar, a
disfrutar de una caminata a la luz de la luna con quien mejor nos sintamos o
simplemente reposemos al ritmo que nuestro corazón dicte. Preparémonos así para
la gestación de un día de buenas noticias con el resto del ecosistema
organizacional.
Participemos de los preparativos, una revisión interna
previa del producto no está demás. Lleguemos antes que todos los demás y recibamos
a los invitados a la revisión, si los hay, con una gran sonrisa, con sendos
mensajes de bienvenida, con una bebida. Y no, no es hora de licor.
[De la revisión propiamente dicha hemos hablado en
variadas ocasiones así que no voy a entrar detalles sobre lo que debe o debería
ocurrir durante la misma]*.
Aunque esto es del ámbito de la reunión misma, no
dejemos de solicitar y recibir con la mente bien abierta toda la
retroalimentación que nos brinden los asistentes. Ese será el motor que nos
permita hacerlo mejor la siguiente vez. Y finalicemos con los agradecimientos
respectivos, los aplausos, los abrazos, ¿por qué no? Después de todo, estamos
todos en el desafío de deleitar a los consumidores finales de nuestro producto.
Finalmente, hagamos una pausa, tomemos un café y vamos
a la retrospectiva. Esa cita íntima y necesaria en cada iteración. [Tampoco me
extenderé mucho en este apartado]**
Al final del día, piensa que mañana seguirás mejorando.
Es todo lo que necesitas para triunfar.
Apostilla:
No solo el último día, sino todos los días de tu vida,
tiende la cama antes de salir. Si al final tienes un mal día o muchos malos
días, siempre te recibirá una cama limpia y tendida. ¡Es la clave para cambiar
el mundo!
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* Por ejemplo, además de lo que dice la guía de Scrum, mi
gran amigo Jorge Abad ha publicado, entre otros, los siguientes artículos sobre
el tema de la revisión del sprint:
Los invito a que los lean. Encontrarán consejos muy útiles cuando
de preparar y realizar este evento del que les he hablado se trata.
** Por ejemplo, pueden leer mis artículos:
Aquí mismo en este Gazafatonario.