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domingo, mayo 25, 2025

La ciencia del progreso: Navegando el cambio con métricas, OKR, KPI y modelos de madurez

 La ciencia del progreso: Navegando el cambio con métricas, OKR, KPI y modelos de madurez


Hoy por hoy, los equipos digitales avanzan a velocidad “cuántica” y están inmersos en escenarios donde no medir es navegar sin instrumentos. Pero medir por medir, sin dirección ni propósito, es igual de peligroso. Las métricas, los OKR (Objectives and Key Results), los KPI (Key Performance Indicators) y los modelos de madurez no son solo herramientas: son sistemas vivos que nos ayudan a hacer visibles los patrones del progreso.

Estas herramientas se articulan y complementan y pueden usarse de forma estratégica para potenciar procesos de mejora continua, impulsar la innovación y alinear a toda la organización hacia un propósito común. Mi primer mensaje aquí es “mide para mejorar”, incluso voy a ir más allá: “mide solo para mejorar”. Axiomático.

Métricas que importan: Menos es más (si mides lo correcto)

Las métricas no son todas iguales. Algunas reflejan directamente el estado del negocio, otras el impacto real del producto sobre los usuarios, y otras el funcionamiento interno del equipo de trabajo (métricas de proceso o flujo). Entender esta diferencia es clave para seleccionar aquellas métricas que realmente generen valor.

Ejemplos prácticos:

  • Métrica de negocio: Tasa mensual de retención de clientes.
  • Métrica de producto: Porcentaje de usuarios activos que utilizan una nueva funcionalidad.
  • Métrica de equipo: Tiempo promedio desde que se inicia hasta que se entrega una funcionalidad (lead time).

Criterios para buenas métricas:

  • Deben influir activamente en la toma de decisiones estratégicas o tácticas.
  • Son consistentes y comparables a lo largo del tiempo.
  • Pueden ser influenciadas o gestionadas directamente por los equipos responsables.

Es definitivo, una métrica sin contexto es como una fiebre sin diagnóstico: te alarma, pero no sabes qué hacer.

KPI y OKR: herramientas complementarias, no intercambiables

A grandes rasgos, OKR (Objectives & Key Results) es un marco de fijación de metas que combina un objetivo cualitativo (“qué queremos lograr”) con resultados clave cuantitativos (“cómo mediremos el progreso”). Su propósito es impulsar la ambición y la innovación, alineando a la organización en torno a retos inspiradores y medibles.

Entre tanto los KPI (Key Performance Indicators) son métricas operativas que siguen el desempeño de procesos críticos y el estado de salud del negocio y su propósito esmonitorear y mantener resultados clave del día a día, garantizando estabilidad y eficiencia.

En otras palabras, los KPI son indicadores de salud. Los OKR son marcos de ambición. Mientras que los KPI están diseñados para vigilar, en el sentido de gestionar, el desempeño continuo y asegurar la estabilidad operativa, los OKR están orientados a provocar el cambio, establecer metas visionarias y fomentar la alineación estratégica.

Por ejemplo, si diriges un restaurante, un KPI puede ser “Tasa de ocupación del 80 %” y un OKR sería: “Objetivo: Convertirnos en el restaurante más recomendado de la zona. Resultado clave: Aumentar reseñas 5 estrellas de 120 a 200 en 3 meses.”

Para saber más sobre OKR puedes ver mi presentación introductoria:

Conociendo OKR - Gazafatonario IT.

También mi artículo: La furia de los OKR - Gazafatonario IT.

Y este otro, donde propongo un modelo en forma de pirámide de cuatro niveles: OKR y la estrategia emergente en la empresa moderna – Lucho Salazar.

Tabla comparativa:

Aspecto

OKR

KPI

Propósito

Generar cambio significativo

Evaluar desempeño sostenido

Horizonte

Temporal, evolutivo, por ciclos, adaptativo

Continuo, estable, de seguimiento

Ambición

Inspiradores, retadores y visionarios

Realistas, específicos y controlables

Naturaleza

Orientados a resultados clave transformacionales

Basados en indicadores constantes y operativos

Usa OKR para mover la aguja, es decir, para provocar movimiento estratégico con metas claras. Usa KPI para saber si la aguja vibra, o sea, para observar estabilidad operativa y mantener el pulso del negocio.

Modelos de madurez: El mapa no es el territorio, pero ayuda a cruzarlo

Los modelos de madurez describen etapas progresivas en áreas clave como liderazgo, tecnología, cultura, procesos, agilidad y capacidades de aprendizaje organizacional. Aunque no sustituyen la realidad, ofrecen una guía clara para comprenderla y diseñar un camino evolutivo sostenible.

Ejemplo simple:

  • Nivel 1: El equipo depende de un solo experto. Todo es manual.
  • Nivel 3: Hay roles claros, automatización básica y retrospectivas frecuentes.
  • Nivel 5: Uso de IA para toma de decisiones, aprendizaje continuo y cultura de datos.

Usos recomendados:

  • Diagnóstico inicial en procesos de transformación digital o cultural.
  • Diseño y planificación de programas de mejora continua.
  • Identificación de obstáculos estructurales, tecnológicos o culturales.

Advertencia: No se trata de llegar al nivel máximo por ego. Se trata de estar en el nivel adecuado para el valor que deseas entregar, esto es, que mejor potencie el impacto esperado y que sea sostenible. Pero más importante, cuando se trate de modelos de madurez, no subestimes tu poder humano, y “humanizante”, de pensar

Sincronización inteligente: OKR + KPI + Madurez = Síntesis operativa

Pensemos en esto como una orquesta:

  • Los KPI son los sensores del sistema. Nos dicen si estamos vivos.
  • Los OKR son las partituras. Nos dicen hacia dónde queremos ir.
  • El modelo de madurez es el manual del instrumento. es el conocimiento técnico, permite saber si estamos tocando con competencia o aún estamos en aprendizaje.

Ejemplo combinado:

  • Modelo de madurez indica que el equipo está en Nivel 2 en "automatización".
  • KPI: Tasa de errores poslanzamiento = 12 %.
  • OKR: Objetivo: Reducir los errores por despliegue. Resultado Clave: Aumentar pruebas automatizadas de 25 % a 70 % en 3 meses.

Entra la inteligencia artificial como motor de evolución ágil

Los equipos ágiles de alto rendimiento ya están incorporando herramientas de inteligencia artificial para aumentar su capacidad adaptativa y su velocidad de entrega.

Aplicaciones actuales:

  • Predicción de riesgos en ciclos de entrega.
  • Recomendaciones automáticas para priorización de tareas y funcionalidades.
  • Automatización de tareas técnicas y de pruebas repetitivas.

Un caso que ya volvimos “típico” es el de los equipos que utilizan IA para identificar historias de usuario duplicadas o de bajo valor en el backlog, ahorrando un porcentaje de tiempo significativo de refinamiento en cada sprint. En este escenario, la métrica asociada es la reducción mensual de historias descartadas después de haber sido priorizadas.

Y como siempre, aunque ya suene a cliché, toca decirlo, por el estrés que está causando la incorporación de la IA en nuestras vidas, sobre todo en el trabajo: La IA no reemplaza al equipo; lo aumenta, lo potencia, mejora su capacidad de análisis y libera tiempo para tareas de mayor impacto.

Errores comunes (y cómo evitarlos)

No me voy a andar por las ramas, seguimos cometiendo muchos errores cuando de métricas, OKR, KPI y modelos de madurez se trata. Por eso escribí La furia de los OKR - Gazafatonario IT. Además de lo que mencioné allí, aquí hay solo algunos otros:

  1. Confundir resultados clave con tareas: Un resultado clave debe ser un cambio observable y cuantificable, no simplemente la ejecución de una acción.
  2. Enamorarse de métricas vanidosas: No basta con medir visitas a una web; hay que medir si esas visitas se traducen en conversiones o valor real.
  3. Usar solo encuestas para medir madurez: Combina percepciones subjetivas con datos y evidencias objetivas.
  4. Definir KPI sin una línea base: Sin un punto de partida, es imposible saber si estamos avanzando o retrocediendo.
  5. Copiar modelos ajenos sin adaptación al contexto: Cada organización tiene su cultura, mercado y desafíos. Ajusta cualquier modelo antes de adoptarlo.

Conclusión y llamado a la acción

Mide lo que transforma, no solo lo que cuenta. La agilidad no se define por la velocidad o la cantidad de entregas, sino por la capacidad de aprender, adaptarse y evolucionar de forma continua. Las métricas, los OKR, los KPI y los modelos de madurez forman un sistema interconectado que permite traducir aspiraciones estratégicas en acciones concretas, medibles y sostenibles.

Te invito a:

  • Establecer al menos un OKR estratégico por trimestre que oriente el cambio.
  • Monitorear de manera constante tres KPI clave que reflejen la estabilidad operativa.
  • Evaluar periódicamente tu madurez organizacional en cinco dimensiones esenciales.
  • Explorar cómo integrar herramientas de inteligencia artificial en tus flujos de trabajo y procesos de decisión.

No lo olviden, la madurez se alcanza cuando medimos para evolucionar, no solo para controlar. ¿Algo más? Por favor, déjamelo saber en el foro.


Post scriptum

Puedes escuchar una explicación sucinta de todo esto en mi podcast gracias a los amigos de Google NotebookLM.


Y puedes ver y descargar la presentación que hiciera hace poco. Con más ejemplos y datos. Y donde presento dos modelos de madurez para nuestro tiempo, uno para equipos y organizaciones y otro para personas, "De Novatos a Nindō (忍道)".


martes, abril 26, 2016

Del triángulo de hierro al triángulo ágil extendido


Las empresas en período de transformación organizacional se enfrentan a la dicotomía de seguir paradas sobre el triángulo de hierro en lo que se refiere a planificación y gestión de proyectos de software o moverse a una zona que en principio se les parece más al Triángulo de las Bermudas que al área de confort por donde han transitado durante las últimas décadas.

De lo más valioso que hemos aprendido en el desarrollo de software es que muchas de las prácticas y técnicas usadas desde aquella histórica reunión del Comité Científico de la OTAN en 1968 en la ciudad de Garmisch, Alemania y que diera inicio a la Ingeniería de Software como profesión, fueron tomadas a manera de préstamo de otras áreas de la ingeniería y de otras ciencias aplicadas.

Algunas de esas prácticas influyeron directamente en la forma de realizar estimaciones y de planificar proyectos de software. Específicamente, hemos aprendido que no podemos estimar ni planificar proyectos de software como lo hacen en proyectos de la industria de la construcción… ¡a no ser que vayamos  a usar piezas de Lego® para construir ciudades!


Afortunadamente ya sabemos con certeza que la ingeniería de software tiene su propia personalidad. Se trata de un sello que la hace única y que hace que sus practicantes se distingan del resto de profesionales de la ingeniería y de otros cuerpos de conocimiento. Por ejemplo, en su libro Agile Project Management, Jim Highsmith[1] sugirió que si aplicamos el enfoque Ágil al Triángulo de hierro encontraríamos los siguientes vértices:
  • Valor, para el usuario en términos de un producto que se pueda distribuir y cuyo uso genere beneficios para la organización.
  • Calidad, para entregar continuamente valor al usuario en términos de un producto confiable y adaptativo.
  • Restricciones, los ya tradicionales alcance, tiempo y costo, en donde, si movemos uno, usualmente el primero, se mueven los otros dos.
Como dice el mismo Highsmith [2], las restricciones siguen siendo parámetros importantes de un proyecto pero no constituyen el objetivo del mismo. En cambio, el Valor y la Calidad establecen la meta del proyecto y las restricciones mencionadas se ajustan a medida que el proyecto incrementa el valor para el usuario. En particular, El tiempo podría seguir siendo una restricción fija pero entonces el alcance debería ajustarse para entregar el valor más alto posible dadas las restricciones impuestas.


Como nos gusta lo visual, esta otra versión del triángulo ágil de Highsmith nos llega más:


Más allá de este enfoque de planificación y de gestión de proyectos (ágiles), quienes ya hemos trasegado algunos años por los vericuetos, subido a los riscos y caminado por los valles complejos del desarrollo ágil de software, sabemos que todo momento es una oportunidad de mejorar: de mejorar como personas y como profesionales, de mejorar los procesos y las técnicas, de mejorar la calidad de los productos y de incrementar el valor que estos entregan a nuestros usuarios. ¡Es la mejora continua!

Ahora bien, la mejora continua junto al valor y a la calidad forma otro vértice del triángulo, el del resultado. A los agilistas no nos interesa simplemente crear un producto, por más disruptivo o benéfico que este sea. Nos interesa pensar en lo que viene, en lo que llevará al cliente al próximo nivel de optimización, satisfacción y felicidad.

Pero lo más importante en todo proyecto, en todo proceso de innovación o mejoramiento, en todo plan que tenga como propósito el diseño y la construcción de productos (de software), son las personas: la comunicación cara a cara entre ellas, la motivación de todos los individuos que intervienen en el proyecto, la atención continua a la excelencia técnica, la autogestión del equipo y la confianza que la organización deposite en ellas se constituyen en las bases del éxito de cualquier iniciativa que requiera generar nuevos productos o servicios.

Las cosas así, podríamos entonces encontrarnos con esta nueva versión del triángulo ágil:



Referencias:

[1] Highsmith es uno de los 17 firmantes del Manifiesto Ágil

miércoles, octubre 07, 2015

Principios para Frameworks de Procesos de Software Efectivos

Septiembre 28 de 2015, por Scott Ambler



El framework de decisión de procesos de Disciplined Agile se guía por los siguientes principios:
  1. Elegir es bueno y tomar decisiones informadas es mejor. Cada equipo es una colección única de individuos que enfrentan situaciones únicas dentro del contexto de una organización particular. Un único proceso no sirve para todo. Para facilitar la elección, el framework DA soporta varios ciclos de vida de entrega y es un proceso dirigido por metas. Y más importante, el framework DA describe las compensaciones involucradas con una gran variedad de prácticas ágiles y no ágiles que permiten a las personas a tomar decisiones inteligentes relacionadas con prácticas para adoptar la situación actual que enfrentan.
  2. Optimizar el todo. El framework DA cubre todo el ciclo de TI, mostrando como encajan todos sus elementos. Si los equipos no entienden el entorno de los procesos, corren el riesgo de optimizar localmente sus propios procesos causando detrimento en el todo. Por ejemplo, el equipo de manejo de datos puede tener su propio proceso basado en estrategias DAMA (Gestión de Datos, por sus siglas en inglés) tradicionales, mientras que el equipo de entrega puede tener el proceso basado en los principios del Manifiesto Ágil y el equipo de operaciones puede tener su proceso basado en ITIL. Las cosas así, el proceso general se vuelve inefectivo porque estas tres estrategias individuales se contradicen y se degradan unas con otras cuando se combinan.
  3. Cada equipo es dueño de su proceso. Los equipos y las personas miembros de esos equipos deben ser libres de mejorar la forma en que trabajan basados en su aprendizaje en el tiempo. En el parloteo ágil decimos que estos equipos “son dueños de sus procesos”.
  4. Mejorar continuamente. Personas, equipos y organizaciones deben esforzarse por aprender y mejorar continuamente la forma en que trabajan. El framework DA incluye la meta de proceso Mejorar el Proceso y el Entorno del Equipo, la cual describe opciones para hacer exactamente lo que esto implica. También tiene un apartado explícito para el Mejoramiento Continuo de procesos que describe las estrategias para compartir mejoras entre equipos, incrementando de esta forma la velocidad de los esfuerzos de mejora de procesos de su organización.
  5. Promover y apoyar el cambio en el proceso. Los departamentos de TI son sistemas adaptativos complejos. Una implicación de esto es que cualquier mejora que un equipo haga puede cambiar la forma en que trabajan con otros equipos, motivando mejoras de proceso dentro de esos equipos. Estos cambios a su vez pueden motivar mejoras dentro de otros equipos y así sucesivamente. Los equipos ágiles disciplinados son conscientes de su estatus corporativo y entienden que necesitan trabajar con otros equipos para ayudarlos a entender y a adoptar nuevas innovaciones y a prepararse para que otros los ayuden a hacer lo mismo.
  6. Resultados repetibles son mucho más importantes que los procesos repetibles. Los equipos efectivos se enfocan en producir resultados repetibles, tales como entregar software de alta calidad que cubra las necesidades de los interesados de manera efectiva en tiempo y en costo. Debido a que cada equipo se encuentra así mismo en una situación única, para ser más eficientes necesitan seguir un único proceso personalizado que refleje esa situación. Ese “único proceso” puede constar de un ciclo de vida relativamente estándar y de prácticas comunes tales como la ideación de la arquitectura, pruebas de regresión de la base de datos y muchas otras (asumiendo que estas prácticas también se personalicen para reflejar esa la situación). A cada equipo en su organización se le debe permitir seguir su versión del proceso, idealmente compartiendo componentes similares del proceso, definidos por un framework común de proceso, para lograr los resultados requeridos.
  7. El empirismo es mucho más importante que la teoría. Observar qué tan bien funciona una técnica en la práctica y, más importante aun, observar el contexto de las situaciones en las que (no) funciona, es de mayor valor para los practicantes que las teorías o la prognosis sobre lo que debería funcionar. La teoría tiene su lugar, pero es una prima pobre del empirismo. El framework DA se desarrolló originalmente basado en observaciones de docenas de organizaciones en todo el mundo y ha evolucionado desde entonces basado en el aprendizaje de muchas otras. Además está siendo respaldado por investigaciones en curso de nuestra industria.


Los departamentos de TI son sistemas adaptativos complejos únicos. Cualquier persona que trabaje en un ambiente así necesita un framework de proceso que sea lo suficientemente flexible como para que aborde el amplio rango de situaciones que enfrentan sus equipos. El framework de decisión de procesos DA es liviano a la vez que lo suficientemente flexible para soportar el escalamiento tanto a nivel táctico como estratégico.

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Nota del traductor, o sea yo:

Este artículo se publicó originalmente en inglés por Scott Ambler, bajo el título de “Principles for Effective Software Process Frameworks” que pueden encontrar en: http://www.disciplinedagiledelivery.com/software-process-framework-principles/

Publicado con permiso del autor.