Este es mi punto de vista sobre las Tecnologías de la Información, Software y Pensamiento Ágil. Especialmente en lo que respecta a procesos y métodos, modelos y sistemas, marcos de trabajo y prácticas ágiles, experiencia en la industria, transformación organizacional, cultura, generación de Valor, trabajo colaborativo, Inspección y adaptación y mejoramiento continuo. Propuestas y experimentos, mejores prácticas y calidad de los productos (de software) y servicios.
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viernes, octubre 25, 2024
Tres cosas que se necesitan para ser un líder ágil y lean estratégico
miércoles, abril 12, 2023
Guía brevísima para tu primera vez como Scrum Máster
Imagen de Augusto Ordóñez en Pixabay |
En términos bursátiles, ser Scrum Máster está al alza. Es
una realidad. Si tuviste suerte, quizás hiciste un curso de 15 o 16 horas, con
certificación incluida y crees que todo va a ir bien desde entonces.
Fui Scrum Máster. Todavía lo soy cuando la oportunidad me
lo permite, es un privilegio y un honor que me inviten a formar parte de un
equipo con esa responsabilidad. Además, he acompañado a muchas personas a ser
Scrum Máster por primera vez. Y también acompaño a muchos otros a mejorar su
desempeño como tal.
En esta abundante travesía he visto cualquier suerte de
situaciones cuando se trata de estrenarse en una responsabilidad tan compleja,
aunque apasionante. Y, si bien en nuestro libro Scrum:
epítome de experiencias hay toda una sección sobre Lo fundamental en el
marco de trabajo, algo así como un Scrum orgánico para iniciantes, voy a enumerar
aquí algunos moldes o patrones que, adoptados y bien practicados, lanzarán tu
carrera de líder ágil por el camino correcto de una vez por todas.
Estas son, entonces, 17 ideas clave para tener en cuenta
en tu primer trabajo como Scrum Máster:
1. Establecer
una buena relación de trabajo con los miembros del equipo y las partes interesadas.
2. Entender
la cultura y los objetivos de la organización.
3. Desarrollar
una comprensión del producto y de las necesidades del cliente.
4. Conocer
las funciones y responsabilidades de cada miembro del equipo y asegurarse de
que se cumplan, acompañándolos en el proceso.
5. Facilitar
la comunicación efectiva entre el equipo y los interesados.
6. Asegurarse
de que el equipo siga Scrum y las prácticas ágiles.
7. Supervisar
el progreso del equipo e identificar áreas de mejora.
8. Proporcionar
orientación y entrenamiento a los miembros del equipo.
9. Facilitar
las retrospectivas y proporcionar retroalimentación al equipo.
10. Identificar
y abordar riesgos e impedimentos.
11. Ayudar
al equipo a crear historias de usuario con criterios de aceptación bien definidos.
12. Ayudar
al equipo a priorizar las historias de usuario para maximizar la entrega de
valor.
13. Desarrollar
una comprensión de las herramientas y técnicas ágiles.
14. Monitorear
y medir el desempeño del equipo.
15. Hacer
seguimiento del progreso de la iniciativa y gestión del entorno.
16. Ayudar
al equipo a abordar la retroalimentación de los clientes.
17. Facilitar
la colaboración efectiva entre el Product Owner y el resto del equipo.
Y uno más.
Si es tu primera vez como Scrum Máster, no
intentes cambiar el mundo de la noche a la mañana. Una de las claves para
alcanzar el éxito en esta responsabilidad, según mi propia experiencia, es
observar con atención, escuchar con empatía y trabajar junto al equipo para
lograr triunfos pequeños pero vibrantes.
Enfócate
en construir relaciones de confianza y respeto con tu equipo y con la
organización, y el cambio vendrá de manera natural. Cada ganancia discreta es
una oportunidad para inspirar al equipo y acercarte más al objetivo final. Con
paciencia y perseverancia, tu liderazgo Scrum será una fuente de inspiración
para todos.
Atrévete.
¡Sigue estos consejos y tu primera vez será inolvidable!
viernes, marzo 24, 2023
[Nuevo Libro] Cultura Ágil: ese oscuro objeto del deseo
La cultura ágil es algo que
muchas organizaciones quieren pero que les resulta difícil de alcanzar o
definir. De allí la metáfora que expresé en el título del libro. He notado que,
con frecuencia, las personas ven la cultura ágil como un concepto vago o
elusivo que requiere cambios radicales en la estructura, los procesos y la
tecnología de sus organizaciones. Pero la cultura ágil es mucho más que eso. Es
una mentalidad y una forma de ser que puede transformar la manera en que las empresas
operan y brindan valor a sus clientes e interesados.
Hace diez años escribí un
artículo para la Scrum Alliance con el nombre del libro. De hecho, es el primer
apartado de este. Recuerdo que me inspiré en una película francesa del director
español Luis Buñuel, llamada precisamente “Ese oscuro objeto del deseo” de la
que escuché hablar a mi padre, cinéfilo empedernido, por allá en 1977 y que yo
vi una década después. La película cuenta la historia de un hombre que se
obsesiona con una mujer que cambia constantemente su identidad y actitud hacia
él. Elegí el título porque creo que capta la naturaleza paradójica de la
cultura ágil: es a la vez simple y compleja; es a la vez sólida y dinámica; es
a la vez deseable y oscura.
Han pasado muchas cosas en
estos diez años desde la aparición del artículo. He recorrido el camino que
representa la agilidad y he estado preparando y escribiendo el libro desde
entonces en mi blog y en otros sitios. En medio de ello aprendí, como muchos de
mis colegas, que no se trata solo de “hacer ágil” sino de “ser ágil”. También
asimilé que, en el entorno enérgico e incierto de hoy, la cultura ágil puede
ayudar a las organizaciones a responder de una manera más efectiva y quizás más
rápida a las crisis, lograr una mayor satisfacción y felicidad de sus clientes
y superar a sus competidores.
También en ese caminar ágil,
llegué a la conclusión de que no cambiamos la cultura, en cambio, enviamos
impulsos al entorno organizacional que, bien conducidos y con tiempo, cambian la
cultura. Junto a esa conclusión he condensado los principales atributos de la
cultura ágil en una declaración sucinta de tres leyes simples pero poderosas
que son parte de mi mantra cultural y sobre las que soporto mi esquema de
liderazgo. Estas son, pues, las
tres leyes de la cultura ágil:
1. La
ley del cambio: la cultura es la forma como cambiamos las
cosas por aquí.
2. La
ley del lenguaje: la cultura necesita un lenguaje que fomente
la mejora y la forma de mejorar.
3. La
ley del liderazgo cultural: se requieren líderes para mejorar que
dominen el lenguaje de la mejora y de la cultura organizacional.
Estas leyes te ayudarán a
entender qué significa ser ágil en la práctica, cómo cimentas una cultura ágil
en tu empresa o entorno, y cuáles son los beneficios y desafíos de hacerlo,
entre otras cuestiones. Para ello compartiré mi viaje personal de
descubrimiento y adopción de la cultura ágil. Contaré historias que presencié o
de las que incluso he participado, porque, además, contando historias es como
las culturas sobreviven y se vuelven más fuertes, y es una de las formas de
inspirar el cambio organizacional.
Los modelos de cambio son
artificiosos. Te dan la sensación de que, si los sigues, puedes lograr tus
objetivos cuando de transformación cultural y organizacional se trata. Así que
el mayor desafío que me he propuesto con el libro es que, apartado tras
apartado, capítulo a capítulo, encuentres los fundamentos que te ayuden a entender
y buscar la cultura ágil en tu propio contexto. Esta no es más una moda
pasajera. Es una forma extensamente probada de trabajar que puede favorecerte y
ayudar a tu organización a lograr mejores resultados y a sobrevivir en ambientes
con alta incertidumbre y ambigüedad.
A lo largo de todo el libro
te daré pistas de cómo promover el cambio organizacional y cómo llegar a la
cultura que quisieras tener en tu empresa y en tu entorno. Si apenas vas a
iniciar o si ya has trasegado durante algún tiempo, mi gran deseo es que aquí
puedas encontrar algunas respuestas que hagan tu viaje ágil tan apasionante y
visceral como el mío.
Medellín, Colombia. 20
de marzo de 2023.
Importante:
Puedes encontrar el libro
en:
https://www.amazon.com/Cultura-%C3%81gil-oscuro-objeto-Spanish-ebook/dp/B0BZ5CZF8P/
jueves, diciembre 08, 2022
¿Sin poder? Así es como aún puedes liderar de manera efectiva y auténtica
Foto de Thirdman en Pexels |
El liderazgo sin poder comienza con aceptar quién eres y
aprovechar tus fortalezas. También es importante desarrollar relaciones
significativas con las personas que te rodean, así como generar confianza con
el tiempo. Si bien puede ser difícil liderar cuando no tienes ninguna autoridad
posicional, puedes hacerlo si te enfocas en desarrollar habilidades de
liderazgo ágil.
Al liderar sin autoridad, es importante concentrarse en
ser un ejemplo de excelente carácter. Trabaja duro y produce resultados que
sean dignos de ser emulados por otros para ganar seguidores. La amabilidad
también es clave: trata a los demás como te gustaría que te traten a ti, aunque
no siempre seas correspondido. Este tipo de comportamiento demostrará tu
compromiso con la excelencia y la lealtad en el lugar de trabajo, lo que te ayudará
a generar confianza y respeto incluso cuando no tengas poder.
El aprendizaje permanente también es importante para el
liderazgo ágil. Los líderes deben mantenerse actualizados sobre las últimas
tendencias en su campo, así como adquirir conocimientos sobre nuevas
habilidades que pueden ser beneficiosas en el lugar de trabajo. Esto no solo
les mostrará a los demás que estás comprometido con la superación personal,
sino que también puedes ayudarlos a convertirse en líderes más efectivos en
general.
No olvides valorar los dones de quienes te rodean. Esto
puede incluir cosas como escuchar con una mente abierta y brindar críticas constructivas
cuando sea necesario. Cuando otros ven que estás considerando sus
contribuciones y opiniones, es más probable que sigan tu ejemplo.
El liderazgo sin poder es posible si estás dispuesto a
esforzarte. Si te conviertes en un líder ágil y te enfocas en desarrollar
relaciones, generar confianza y aprender nuevas habilidades, aún puedes ser un
líder eficaz incluso cuando no tienes autoridad. Por lo tanto, tómate un tiempo
para reflexionar sobre tu estilo de liderazgo actual y lucha por la excelencia: te servirá bien en cualquiera de los roles que juegas en la vida.
Si llegaste hasta aquí y todavía quieres saber más de
cómo ser un líder auténtico, lo que sigue te puede ayudar.
Define qué
significa el poder para ti: ¿es un título, una capacidad para influir en los
demás o algo completamente diferente?
Para mí, el poder es más que un título, una habilidad
para influir en las personas o simplemente la capacidad de hacer algo. Implica
un sentido de propiedad y una mentalidad que reconozca tu capacidad para tomar
decisiones, reconocer oportunidades e inspirar compromiso en los demás. Lleva
consigo un sentido de responsabilidad y requiere empatía; En esencia, el poder
se trata de tomar decisiones teniendo en cuenta los mejores intereses de todas
las partes interesadas: ¿cómo afectará esta acción a los clientes? ¿Empleados?
¿A la comunidad? El poder nos permite actuar por el bien común: no se trata de
una sola persona o interés, sino de luchar por el éxito en todos los grupos.
Comprende
que no necesitas una autoridad formal para ejercer el poder: cualquiera puede
ser influyente si sabe cómo usar sus fortalezas personales
Tener autoridad formal es solo un modo de ejercer el
poder. En el mundo de hoy, las personas pueden ser influyentes al comprender y
aprovechar sus fortalezas únicas. El verdadero poder reside en aquellos que
entienden los temas que les son relevantes, la perspicacia para ver más allá de
los desafíos inmediatos y el carisma y la capacidad de persuasión para
convertir su visión en realidad. Todos pueden poner en práctica estas
habilidades; uno solo necesita aprovechar sus dones únicos de una manera
constructiva. Si conoces tus talentos personales y la mejor manera de
comunicarlos de manera efectiva, puedes empoderarte y crear resultados
significativos sin depender de ninguna autoridad formal.
Desarrolla tu
propio estilo único de liderazgo: sé auténtico y mantente fiel a ti mismo
Tomar posesión de tu estilo de liderazgo es esencial para
impulsar el éxito dentro de una organización. Los líderes deben encontrar la
combinación correcta de habilidades y cualidades que representen mejor sus
valores y principios, al mismo tiempo que brindan orientación y dirección a
aquellos a quienes lideran. Establecer un estilo único significa que el líder
necesita aprovechar sus propias fortalezas y experiencias, encontrando un
enfoque que aproveche sus fortalezas. Por experiencia sé que esto podría ser
cualquier cosa, desde fuertes habilidades con las personas hasta un enfoque
basado en datos, mi favorito; la autenticidad es clave. Los líderes nunca deben
olvidar su objetivo principal: empoderar a otros a través de sus iniciativas.
Un estilo de liderazgo auténticamente elaborado garantiza que la moral y los
estándares propios se mantengan constantes, lo que les permite inspirar
confianza tanto en seguidores como en compañeros.
Usa tu poder
para el bien: recuerda que un gran poder conlleva una gran responsabilidad
Al final del día, es nuestra responsabilidad usar nuestro
poder para el bien. Debemos ser conscientes de que un gran poder conlleva una
gran responsabilidad; por lo tanto, un sentido de responsabilidad es importante
para tomar decisiones éticas y emprender acciones positivas. Esto significa
usar nuestra influencia para beneficiar a otros, ya sea dando una mano en un
esfuerzo de caridad o tomando decisiones que impacten a las personas de manera
positiva. También implica asumir la responsabilidad por las consecuencias de
esas acciones, cualesquiera que sean. Al usar nuestro poder de manera
responsable, podemos crear un cambio positivo y lograr un progreso
significativo.
Empodera a
otros: ayuda a quienes te rodean a alcanzar su máximo potencial
Todo el mundo tiene el potencial para alcanzar el éxito,
pero a veces carecen del apoyo necesario para llegar allí. Por eso es tan
importante empoderar a quienes nos rodean, tanto en el hogar como en nuestra
vida profesional. Ya sea ofreciendo orientación en un proyecto difícil,
brindando orientación y retroalimentación valiosa, o simplemente siendo un
amigo solidario, echar una mano a alguien puede ayudar a impulsarlos más que si
hubieran ido solos. Una parte importante de empoderar a otros implica ayudarlos
a darse cuenta de su propio potencial al enfatizar lo que son capaces de hacer
cuando nadie más lo hace. Todos tenemos la capacidad de inspirar el cambio:
hagamos todo lo posible para ayudar a las personas cercanas a nosotros a
alcanzar su máximo potencial.
Sé
consciente de los peligros de abusar del poder: el mal uso del poder puede
tener consecuencias negativas tanto para ti como para los demás
Ocurre hasta en las mejores familias. Cada individuo
tiene el potencial de abusar del poder que posee. Ya sea en la escuela, el
lugar de trabajo o un entorno político, es esencial tener en cuenta cómo usas tu
autoridad. El mal uso de tu poder puede traer profundas consecuencias, no solo
para ti sino también para quienes te rodean. Incluso una acción aparentemente
inofensiva puede acumularse en mayores repercusiones, como la pérdida de
confianza entre colegas y malentendidos entre grupos, es el efecto adverso de bola
de nieve. Para garantizar que se eviten estos escenarios indeseables, es
importante permanecer atento y actuar con moderación al tratar con la
autoridad, ya sea tuya o de otra persona, especialmente en momentos cruciales
en los que quienes te rodean tienen opciones limitadas sobre cómo responder.
Reflexión final
El poder es un concepto complejo que significa diferentes
cosas para diferentes personas. En esencia, el poder es la capacidad de influir
en los demás: cualquiera puede ejercer este tipo de poder si sabe cómo usar sus
fortalezas personales. Los mejores líderes son aquellos que desarrollan sus
propios estilos únicos y se mantienen fieles a sí mismos. Si quieres ser un
líder influyente y genuino, recuerda usar tu poder para el bien y empoderar a
quienes te rodean. el mal uso del poder puede tener consecuencias negativas
tanto para ti como para los demás, por lo que es importante estar consciente de
los peligros que implica abusar de su autoridad.
Es un hecho: el liderazgo, incluso cuando no tienes
poder, es posible si estás dispuesto a desarrollar las habilidades adecuadas.
El liderazgo ágil se enfoca en construir relaciones, aprovechar tus fortalezas
y valorar los dones de los demás. Al hacerlo, puedes liderar de manera
efectiva, a pesar de no tener autoridad o poder posicional dentro de una
organización. Por lo tanto, ¡tómate un tiempo para reflexionar sobre tu estilo
de liderazgo actual y lucha por la excelencia para tener influencia en
cualquier función!
domingo, noviembre 22, 2020
Ágiles 2020: o del menguado interés por el desarrollo de software en los eventos ágiles
Imagen tomada de las redes sociales. |
Hace poco se llevó a cabo la más reciente edición de Ágiles Latinoamérica, Ágiles 2020. Iba a ser en Uruguay, quizás en Montevideo. Pero, por razones ampliamente conocidas o imaginadas por todos, se realizó de manera virtual. Como siempre, un evento que convoca a toda la Comunidad ágil de la región, incluso de Europa. Por ejemplo, en la charla que facilitara con mi gran amigo Jorge Abad sobre “de qué hablamos cuando hablamos de historias de usuario” había personas de España. La sorpresa es que allá eran las 2 de la madrugada del día siguiente.
A estas alturas del año, con quizás algunos miles de
horas más “frente a la pantalla” que en años anteriores debido a la situación
mundial, el entusiasmo de algunos no era el mismo. Sin embargo, hicimos lo
posible por llegar a la cita y por cumplir con quienes apoyan el evento, con quienes lo organizaron con corazón y con pasión. A todos ellos, muchas gracias.
Pero no quiero referirme a la organización, a las vicisitudes
del evento o a las sesiones, sino a su contenido. Específicamente a las
categorías de contenido que hubo en el encuentro. El llamado de trabajos a
presentar se hizo clasificado en cinco temas o “tracks”:
- Producto y clientes
- Liderazgo y cultura
- Equipos y coaching
- Software crafters
- Organizaciones ágiles
Y durante la apertura se hizo una encuesta rápida sobre
cuáles eran los intereses de los asistentes. Los resultados están en la imagen
superior (lo siento, no pude conseguir una mejor resolución). El hecho es que
desde ese mismo momento y aún después del evento llamó a muchos la atención de
que el tema “técnico” no fuera del interés general (hablo de la categoría de Software
crafters). El resultado muestra un interés de menos del 25 %, con una muestra
representativa de 209 personas que seleccionaban sus preferencias de manera
ordenada, de mayor a menor predilección. Y una primera cosa que debo aclarar es
que esta es la preferencia de los asistentes, de hecho, así nos gusta hacer las
cosas, con lo que les interesa a las personas “hoy”, no con lo que alguien más
piensa o presume que le puede servir o concernir.
Pues bien, para aquellos que piensan y sienten que esto
es un contrasentido, que se está perdiendo el interés por lo “técnico”, que las
personas que tenemos responsabilidades o roles como Scrum Master, coaches o
mentores ágiles, facilitadores o habilitadores, no estamos interesados o, peor
aún, no sabemos de lo técnico, y que todo esto es una consecuencia de lo que ha
venido pasando en los últimos no solo en el Ágiles Latinoamérica sino en otros
eventos de esa misma índole, los invito a reflexionar un poco sobre lo
siguiente:
Yo creo que tenemos que mirar el contexto. Desde mi punto
de vista esto quiere decir que el pensamiento ágil se está llevando a todos los
rincones de la organización y que ha salido de una vez por todas y para siempre
de las áreas de tecnología, sobre todo de las de desarrollo de software.
Es que pensar que los Scrum Masters deben saber de
software es decir que solo podemos usar Scrum para hacer desarrollo de
software, cuando, de hecho, hace muchos años hemos pasado esa frontera. Scrum
se usa hoy en muchos contextos fuera del desarrollo de software y fuera de lo
“técnico” (considerando “técnico” el software), porque cada área tiene su
“técnico”. Por ejemplo, si son equipos de Talento Humano, de Operaciones, de
Logística, de Mercadeo, de Ventas, incluso de la alta gerencia de la empresa,
los Scrum Masters no tienen porqué saber de desarrollo de software.
Si uso Scrum o cualquier otra práctica ágil para crear un
hospital, para desarrollar un producto o servicio que no tenga nada que ver con
software, para investigación y desarrollo, para enseñar (incluso para
aprender), para una empresa de preparación de matrimonios, para abrir y
gestionar una cafetería o un restaurante o un bar, para llevar a la cúspide a
un equipo deportivo, en fin, para cualquier otra cosa que no sea software,
entonces necesitamos otro tipo de agentes de cambio, de facilitadores o
habilitadores ágiles, de Scrum Masters, de personas que hagan el trabajo a “lo
ágil”.
Quizás eso es lo que quieren decir esos números. Ya
abordaremos el tema de si, cuando se trata de desarrollo de software, los Scrum
Masters deben saber de software o no, yo pienso que sí. Pero eso es algo
muy distinto a lo que estamos hablando aquí.
Debemos entender de una vez por todas y para siempre que
la agilidad y Scrum y Kanban y todas las demás prácticas que usamos hoy, no las
usamos solo para hacer software. ¿Tú que piensas? Por favor, déjamelo saber en
el foro.
¡Aunque sea cuales fueren tus pensamientos, espero verte en #Agiles2021 en Panamá!
Coletilla:
Hace algunos días se publicó la nueva versión de la guía
de Scrum, asunto que generó mucho interés entre la comunidad de practicantes
ágiles en todo el mundo. Sobre el tema que abordé en este artículo, tengo que
referirme a la declaración inicial que hacen los autores de la guía y
cocreadores de Scrum, Sutherland y Schwaber. Explícitamente dicen al inicio:
“Nos sentimos
honrados de ver que Scrum está siendo adoptado en muchos dominios que
tienen un trabajo esencialmente complejo, más allá del desarrollo de
productos de software donde Scrum tiene sus raíces”.
Es definitivo, hace mucho dejamos de usar Scrum solo para
desarrollo de software y las áreas de la empresa fuera de Tecnología son muchas
más. Quizás a ello se deba el interés creciente en otros temas ágiles.
viernes, octubre 09, 2020
Apuntes sobre transformaciones ágiles: lo bueno, lo malo y lo feo
Prefacio
Aunque no es requerido, antes de pasar a estos nuevos
apuntes, los invito a leer mis dos apuntes anteriores:
Apuntes sobre transformaciones ágiles: la
cultura organizacional y otros condimentos del cambio
http://www.gazafatonarioit.com/2018/04/apuntes-sobre-transformaciones-agiles_1.html
Apuntes sobre transformaciones ágiles: las
personas, sus miedos y qué hacer al respecto
http://www.gazafatonarioit.com/2018/07/apuntes-sobre-transformaciones-agiles.html
Ahora así, vamos con…
Lo bueno, lo malo y lo feo
Las organizaciones quieren y siguen avanzando en ese
camino perenne que es la agilidad. Eso es bueno. Lo malo es que siguen
aferradas a las formas de pensar y de gestionar tradicionales que las
condujeron hasta este momento de su evolución. Lo feo es que no están dispuestas
a sacrificar el statu quo en pro de ganar más kilometraje ágil.
Lo bueno es que el
movimiento ágil sigue ganando amigos incondicionales, cada vez más individuos,
equipos y empresas quieren incorporar el pensamiento ágil y lean en su
quehacer. Pero las personas y las organizaciones se están perdiendo de crear su
propia experiencia ágil debido al fanatismo por copiar a priori
“modelos” de otras organizaciones “Spotifys”. La “celulitis”
empresarial llegó para quedarse y los amantes de las tribus y los escuadrones
pululan a tutiplén.
No tiene nada de malo
en sí mismo, muchos procesos de innovación y de cambio tienen sus orígenes en
la copia de formas y modelos existentes a los que se les adicionan atributos
disruptivos o de avanzada. Lo malo es no saber por qué realizan la copia, más
allá del ya bien conocido “es que el vecino es ágil”, “es que nos dijeron que
adoptáramos tal o cual referencia”.
Lo feo es no ir a la
causa raíz de por qué queremos la forma ágil de hacer las cosas, lo feo es no
darse la oportunidad de crecer orgánicamente sino ir directamente a lo de “escalado”
ágil con marcos de trabajo donde la estructura organizacional actual se vea representada
con pocos o ningún cambio en los procesos existentes.
Los agentes de cambio estamos en la obligación de guiar a
las personas y sus equipos a lo largo de ese camino ágil, es necesario que los
ayudemos a cambiar las preguntas, más allá de darles las respuestas que quieren
a las cuestiones vigentes. También estamos allí para establecer metas incómodas
e incluso hacer otras preguntas difíciles, cuya indagación al interior de las
organizaciones hará posible que emerjan las disfunciones existentes. Sin
embargo, es importante dejar en claro que la experiencia no nos hace
infalibles... ¡excepto quizás en esta afirmación!
Sobre Liderazgo
Lo bueno es que queremos un nuevo estilo de liderazgo en
las empresas y en los equipos. Lo malo es que queremos que los líderes sean
unos cuantos, preseleccionados, sometidos a un proceso de descarte y finalmente
seleccionados vía evaluaciones sucesivas de personalidad, actitudes y
habilidades individuales, a imagen y semejanza de modelos propietarios de otras
compañías disímiles con la nuestra. Lo feo es que no nos estamos dando la
oportunidad de cultivar a los líderes dentro de la organización y darnos ese
lujo sin igual de verlos crecer y de afianzarse como mentores y como fuentes de
inspiración para los demás.
Los líderes son todas las personas que puedan transformar
su contexto o generar nuevos y mejores espacios para sus equipos. En los
entornos de turbulencia que circundan a las empresas en este nuevo milenio, necesitamos
y queremos personas que exhiban atributos de liderazgo:
- Servicial
- Basado en valores
- Para la complejidad (VUCA)
- Para proporcionar foco en la entrega de valor
- Para la autoorganización, fomento de la colaboración y equipos multifuncionales
- Para crear una organización de aprendizaje, basada en la experimentación
- Para el fomento de entornos seguros para fallar
- Para gestionar el sistema, no las personas
Sobre las prácticas ágiles
Lo bueno es que las empresas quieren llegar a la práctica de la agilidad mediante el uso inmediato de procesos y herramientas. Lo malo es que no quieren tener las conversaciones escabrosas y comprometedoras que son necesarias durante el proceso de transformación, para fundar pilares como la colaboración, entrega, reflexión y mejora continua inherentes al pensamiento ágil y lean que todos deseamos interiorizar.
Lo feo es que prefieren enmascarar las prácticas actuales,
añejas en carpetas celosamente custodiadas por los guardianes de los procesos organizacionales,
con nombres apropiados para la social media que permiten a la gestión
tradicional aparecer en los titulares de la agile socialite con títulos
y niveles de madurez en vez de sembrar actitudes y cosechar una mentalidad
basada en valores y definida por principios.
Al hacer esto último, lograremos entender de una vez por
todas y para siempre que los procesos metodológicos normalmente tienen una
entrada, o un número reducido de entradas, actúan sobre esas entradas y
entregan un resultado, aunque este no sea de valor. Esa es la intención
de una metodología.
Mientras tanto, los marcos de trabajo (clasificados como)
ágiles, no prescriben entradas específicas a los procesos, solo proporcionan
guías o marcos de actuación ante un impulso y se enfocan, o enfocan a
sus practicantes, en entregar resultados de valor, no resultados
“intermedios” o salidas de actividades particulares del proceso. Scrum es buen
ejemplo que salta a la vista. Estos marcos de trabajo, además, nos permiten
poner de manifiesto esa mentalidad basada en valores y definida por principios
con un gran número de prácticas y lineamientos.
Además, en el trabajo que hacemos no es posible
determinar con anticipación qué acciones resultarán en qué reacciones. Es
decir, no podemos prever cuál será el resultado. Más aún, no podemos predecir
el futuro. ¡Perentorio!
Por ello preferimos correr experimentos para analizar si
estos nos mueven en la dirección correcta, es decir, sondeamos, detectamos y
respondemos. En otras palabras, recibimos retroalimentación del entorno (luego
de la Entrega de valor) y reflexionamos basados en evidencias, en datos (inspección
y adaptación).
Reflexión
Finalmente, quiero dejarlos con esta cavilación, nacida
de mi observación durante esta difícil etapa que atraviesa la humanidad y, por
ende, las organizaciones del mundo entero: con el aislamiento obligatorio y la
dispersión a la que fuimos sometidos este 2020, las empresas "multiplicaron"
su fuerza laboral. ¿Cuánto daño nos está haciendo a las personas y las empresas
el cada vez más frecuente "estoy en 2 reuniones porque me necesitan"?
Déjamelo saber en el foro.
domingo, febrero 10, 2019
Algunos Elementos de Agilidad Empresarial
martes, mayo 02, 2017
Cualidades de un Scrum Master Extraordinario
1. Comunica