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lunes, octubre 31, 2022

Advertencia: un coach ágil está más CERCA de lo que parece

 

Photo by Rémi Walle on Unsplash

Durante la última década, hemos tenido muchas conversaciones y debates sobre la profesión del coach ágil. Que si es coach o no, que si es ágil o no, que si es coach ágil o un facilitador o un entrenador o consultor.

En particular, me he desempeñado en algunas de esas responsabilidades y en otras que se le parecen. He acompañado a otros coaches ágiles, he sido mentor y he tenido muy buenos mentores a quienes agradezco inmensamente el haberme ayudado a llegar hasta este lugar de mi vida personal y profesional. He leído algunos de los que hemos calificado como los más importantes libros y artículos sobre estos temas.

Pero apenas hasta hace poco más de un año me embarqué en un entrenamiento cuasiformal sobre coaching consciente con Fred Kofman y su equipo en el Conscious Business Center. Ojo, no es sobre ágil específicamente, pero aborda muchos de los temas y ayuda a desarrollar una gran variedad de habilidades que todo coach, consciente, ágil o de cualquier otro tipo, necesita. Espero hablarles específicamente sobre esto en una próxima oportunidad.

En cualquier caso, si eres un coach ágil, en algún momento de tu trasegar quizás has tenido la sensación de que estás apagando “fuegos” y que rara vez te puedes concentrar en el trabajo que te brinda más satisfacción: acompañar a las personas y equipos en su andar ágil. Si es así, no estás solo. Muchos de nosotros lo hemos experimentado.

En esta última década he visto como un desafío guiar a otros a través del cambio, porque el cambio significa desaprender viejos hábitos, desafiar tus propias suposiciones y cambiar la forma en que pensamos sobre las cosas. Un gran coach entiende todo esto e incluso, de alguna manera, puede dejar de lado su propio crecimiento personal para apoyar a otros en su transformación. Lo he hecho y al final la satisfacción tiende a infinito. Siempre hay más tiempo para seguir creciendo.

Ser coach ágil me ha enseñado y permitido ver las cosas desde el punto de vista de otras personas en lugar de asumir que lo saben todo, y he tenido la oportunidad de ir más allá para ayudar a las personas a prosperar dentro de su nuevo entorno ágil. He tratado de ser un coach inspirador, adquiriendo un conjunto único de habilidades que me han otorgado la honrosa pericia de generar confianza en los miembros de los equipos y organizaciones que acompaño, en lugar de verlos como adversarios a futuro.

En todo este tiempo, he llegado a la conclusión de que un coach ágil genuino siempre está muy CERCA. Cerca a las personas que acompaña, cerca a sus miedos y justificaciones ante los cambios, cerca a sus equipos y empresas con las que trabaja. En particular, un coach ágil:

·       Conoce a las personas y a sus equipos

·       Ejemplifica y predica con el ejemplo

·       Retroalimenta y mantiene sesiones de retroalimentación productivas

·       Celebra las victorias y ayuda a reparar cualquier daño producido en el camino

·       Aprende y ayuda a las personas a aprender y a identificar obstáculos

No es lo único que me ha servido, pero sin duda me ha ayudado a estar más cerca de encontrar las soluciones que requieren los demás. Te hablaré un poco de cada aspecto de este modelo.

Conoce: tómate un tiempo para conocer a tu equipo

Averigua quién es cada miembro del equipo como persona, qué les entusiasma y qué les encanta hacer fuera del trabajo. Pregúntales sobre sus objetivos profesionales y hacia dónde se ven en el futuro y permanece abierto a tener conversaciones honestas y vulnerables con ellos. Las personas tienden a abrirse más cuando sienten que escuchas sus opiniones, y un coach que escucha a los miembros de su equipo es alguien a quien su equipo respetará y confiará. Cuanto más conozcas a los miembros de tu equipo, más comprenderás sus limitaciones y fortalezas, así como lo que los motiva y lo que los frustra.

Esto te ayudará a entender cómo acompañar mejor a cada persona. Por ejemplo, si sabes que alguien tiene dificultades para ordenar su trabajo, puedes ayudarlo a establecer mejores objetivos. Si sabes que alguien tiene problemas con el síndrome del impostor, puedes ayudarlo a sentirse más seguro de sus habilidades mostrándole que crees en él (he estado ahí en distintas ocasiones, sé lo que siente). Si sabes que alguien está luchando con un colega difícil, puedes ayudarlo a encontrar una manera de resolver la tensión (puedes ayudarlo a preparar conversaciones difíciles, algo que terminé de aprender como coach de empresas conscientes).

En general, conocer a tu equipo te ayudará a adaptar tu estilo y estrategias de coaching específicamente a cada persona lo mejor que puedas.

Ejemplifica: lidera con el ejemplo

Algo que promuevo continuamente es: tus ejemplos son bienvenidos junto con tus acciones.

No puedes pedir a los miembros de tu equipo que sean más colaborativos si no lo haces tú mismo. Cuando guías a otros, recuerda que estás modelando comportamientos que esperas que otros sigan. Si no estás modelando los comportamientos que deseas ver, estás haciendo más daño que bien. Debes ser auténtico y genuino y dar el ejemplo a los demás siendo abierto, colaborativo e inclusivo.

Como coach ágil, eres un representante de tu organización o de la empresa para la que trabajas. Tus palabras y acciones marcan la pauta para tu equipo y estas pueden entusiasmar o abatir a sus miembros. Tu equipo buscará que establezcas el estándar de cómo deben comportarse y qué se espera de ellos. Por lo tanto, es importante encarnar los valores de la organización y vivirlos todos los días.

En este sentido, te empiezo a dejar algo de lo que aprendí en mi camino hacia ser coach consciente: se conoce como las 4D de la cultura. En particular, los valores se:

Definen, se

Demuestran, se

Demandan, y se

Difunden.

Como les decía, volveré con más detalle sobre este y otros grandiosos aprendizajes.

Retroalimenta: mantén sesiones de retroalimentación productivas (y presta mucha atención a las sesiones improductivas)

Photo by Beth Macdonald on Unsplash

Parece una charada pero es verdad.

La retroalimentación es un tema complicado con el que muchos coaches ágiles se encuentran luchando. Es importante recordar que no necesitas esperar hasta que alguien haya hecho algo mal para ayudarlo a mejorar más. De hecho, es mejor hacerlo regularmente para que las personas sepan lo que están haciendo bien.

Así como existen múltiples tipos de retroalimentación, existen múltiples tipos de sesiones de retroalimentación. También hay tipos de comentarios que deben evitarse a toda costa. Aquí me siento en la obligación de mencionar la comunicación no violenta, a la que me gusta llamar comunicación colaborativa, incluso también comunicación compasiva o empática. Si quieres conocer más sobre esto te dejaré algunos enlaces en la sección de referencias al final de este artículo.

De otro lado, presta mucha atención a las sesiones de retroalimentación improductivas. Una sesión de estas puede hacer más daño que bien, especialmente si estás acompañando a un equipo que recién comienza con agilidad. Si te sientes frustrado, o si percibes que tu equipo se siente deslucido, es probable que tu sesión de retroalimentación se esté volviendo improductiva.

Celebra las victorias y ayuda a reparar cualquier daño juntos

Parte de ser un coach ágil inspirador es celebrar las victorias de los miembros de tu equipo. Asegúrate de emplear el tiempo necesario para reconocer los logros de cada persona en tu equipo y promueve que otros lo hagan también. Encuentra formas de celebrar incluso las pequeñas victorias, como enviar un correo electrónico de felicitación o tener una reunión de equipo para celebrar un objetivo alcanzado. Una simple mirada acompañada de una expresión verbal de agradecimiento siempre es bien recibida. De hecho es una forma intensa y efectiva de iniciar este hábito.

Celebrar las victorias es una manera fantástica de crear camaradería en el equipo y demostrar que aprecias a todos por su trabajo desafiante. Cuando algo sale mal, también debes estar allí para ayudar a reparar el daño lo mejor que puedas. Esto puede ser complicado porque no quieres que te vean como una figura de autoridad que intenta encubrir el error de alguien. En cambio, deseas ayudar a solucionar el problema siendo parte del equipo. Por ejemplo, si un miembro del equipo divulga accidentalmente información privilegiada en una reunión, puedes ayudar a facilitar una discusión sobre por qué sucedió esto y proporcionar estrategias sobre cómo solucionarlo para que no vuelva a suceder. Es definitivo, dale al error sus 15 minutos de fama.

Aprende y enseña a aprender: ayuda a las personas a identificar sus mayores barreras para el aprendizaje

Es importante no sacar conclusiones precipitadas o hacer suposiciones sobre por qué alguien está luchando con un determinado concepto. Lo que puede parecer obvio para ti puede ser información completamente nueva para otros. Con frecuencia me pasa que de tanto “machacar” (trabajar con, hablar sobre, usar) un concepto, un tema o un instrumento, llego a creer que todo el mundo está igualmente familiarizado con ello y no es así.

Así que identifica los mayores desafíos de los miembros de tu equipo para comprender la nueva forma de trabajar y ayúdales a superarlos. Esto podría significar volver a redactar o a contarles la información para que sea más fácil de entender o encontrar una imagen que ayude a aclararla. Podría significar hacer cambios en tu estrategia de coaching para que se adapte mejor a los miembros de tu equipo.

Hagas lo que hagas, no descartes las luchas de los miembros de tu equipo como sin importancia o innecesarias. Cada persona tiene necesidades únicas y desafíos diferentes cuando se trata de aprender nuevos conceptos y formas de trabajar. Tu objetivo como coach ágil es ayudar a cada miembro del equipo a superar sus propios desafíos para asegurar que progresen.

Palabras finales

Jonn Wooden, quien fuera jugador y entrenador de baloncesto, dijo alguna vez que "el éxito es la paz interior que resulta directamente de la autosatisfacción de saber que has hecho todo lo posible para ser tan bueno como eres capaz". Pues bien, como coach ágil debes concentrarte en hacer todo lo posible por ser tan bueno como eres capaz y recordar que siempre hay alguien que también te puede guiar.

Además, el coach ágil es un miembro del equipo como todos los demás. Sin embargo, también tiene responsabilidades y expectativas adicionales sobre sus hombros. Para ser un coach ágil eficaz e inspirador, primero debes asegurarte de que te estás cuidando a ti mismo. Asegúrate de dormir lo suficiente y de tomarte un tiempo fuera del trabajo para hacer las cosas que te hacen feliz. Como compartir con tu familia. No hay nada más energizante que eso.

También debes concentrarte en tu inteligencia emocional y asegurarte de que estás haciendo coaching de una manera que sea auténtica con respecto a quién eres como persona. Si tienes dificultades con el coaching, es importante que primero mires tu propio autocoaching. Tómate un tiempo para la autorreflexión y pregúntate qué puedes hacer diferente. Una vez que hayas identificado algunas áreas de mejora, es hora de comenzar a guiar y a ser mentor de otros.

Y no dejes de contarme en el foro si algo de esto tiene sentido para ti o si has experimentado algunas otras cosas que te hayan ayudado a ser un coach ágil fantástico y a estar más CERCA de tus equipos.

Referencias

Para aprender más sobre comunicación no violenta, te dejo estos tres artículos de mi estimada Ingrid Astiz:

Comunicación No Violenta (CNV)

https://www.fuerzatres.com/2010/03/comunicacion-no-violenta-html/

Modelo de "Comunicación No Violenta" ¿De qué se trata?

https://www.linkedin.com/pulse/modelo-de-comunicaci%C3%B3n-violenta-ingrid-astiz/?originalSubdomain=es

Comunicación No Violenta para equipos ágiles

https://www.linkedin.com/pulse/comunicaci%C3%B3n-violenta-para-equipos-%C3%A1giles-ingrid-astiz/?originalSubdomain=es

 

domingo, diciembre 12, 2021

El traje ágil del CEO

Ilustración de la edición del cuento de Combel Editorial

En mi artículo Lo que no les enseñan a los CEO sobre agilidad afirmo que no existen las condiciones “correctas” o apropiadas para la agilidad y que ninguna empresa está preparada para cambiar su forma de hacer las cosas. Y más adelante defino como natural que a los CEO y a toda la alta gerencia de la organización los asalten muchos miedos durante los procesos de transformación, especialmente hacia la forma ágil de trabajar.

Esta vez hablaré de algo que normalmente se esconde bajo la alfombra de las compañías tradicionalistas, pero que se grita a voces llenas en los pasillos, en los cafés y en los chats virtuales de las mismas: todos dicen ser ágiles, dicen que piensan como agilistas, que se comportan como agilistas, pero en el fondo no lo son. Algunos saben que no lo son, otros no saben que no lo son, pero aún hay otros que ni siquiera saben de qué se trata la agilidad.

Con todos ellos tenemos un compromiso. Pero lo peor es que no son capaces de hacerlo vox populi, mucho menos ante la media o alta dirección de la empresa.  No son capaces de adoptar una posición de responsabilidad y expresar los hechos tal y como son. Son muchas las razones de este comportamiento, pero la mayoría giran en torno a que en la empresa hay una cultura de miedo arraigada, una cultura de castigo, de represión de ideas, del “siempre lo hemos hecho así”, de “usted nunca tiene la razón”, una cultura de competencia entre líderes, el “yo tengo más poder que tú” y similares.

Es por ello por lo que a estas organizaciones comúnmente llegan consultores que aprovechan la situación y se invisten de un halo de sabiduría y voluptuosidad para ofrecer recetas de cambio cultural a diestra y siniestra, sin ningún análisis previo del contexto actual, sin ningún reconocimiento del problema, mucho menos del problema detrás del problema, de la causa raíz, del porqué la organización debe o debería hacer las cosas de otra forma.

Aquí es donde entra la alegoría del cuentista Hans Andersen que me sirvió como detonante para esta reflexión:

los hermanos Farabutto engatusaron al emperador para que les permitiera confeccionar un traje con una tela mágica. Los ladinos certificaron que era un traje tan singular que era invisible para cualquier persona que fuera estúpida o incapaz para ejercer su cargo. El mismo emperador, temeroso de ser considerado indigno, enviaba a sus sirvientes a revisar el trabajo de los acomodados modistos. Pero todos ellos y el resto de sus súbditos simulaban ver un traje que no existía. Nadie quería parecer idiota. Finalmente, el día del desfile, el emperador y todos afirmaban a mansalva que el traje era una realidad deslumbrante. Sin embargo, un niño simplemente gritó: “¡Está desnudo!”. A partir de ese momento, todos “vieron” la verdad.

Así ocurre con la agilidad. Muchos pueden seguir actuando como si estuvieran vestidos con trajes lujosos y hasta mágicos, o tener el coraje para decir la verdad y aceptar que están desnudos. En particular, muchos CEO, como el emperador, van desnudos de agilidad por los pasillos organizacionales porque nadie es tan intrépido como para decirles que no saben de qué se trata la transformación ágil ni mucho menos están preparados para cambiar su forma de hacer las cosas.

Es un hecho, la transformación ágil no la realizan las consultoras. Estas, apenas están ahí para acompañar el proceso. No permitas artificiosos hermanos Farabutto, ni internos ni mucho menos externos a la compañía. Propicia una cultura auténtica y fuerte basada en valores. Una cultura donde estos valores no solo se definan, sino que se contextualicen, se experimenten y se protejan.

Por ejemplo, uno de los valores de Spotify es la Sinceridad. "No tenemos tiempo para la política interna. Lideramos con transparencia y nos comprometemos con la mente abierta. Crear algo nuevo requiere confianza, por lo que la retroalimentación sincera entregada con buenas intenciones está en el corazón de todo lo que hacemos". [1]

Por su parte, Netflix contrata y promueve personas que demuestren, a manera de comportamientos y habilidades, entre otros valores, el Coraje: [2]

·       Dices lo que piensas, cuando es lo mejor para Netflix, incluso si es incómodo

·       Tomas decisiones difíciles sin agonizar

·       Tomas riesgos inteligentes y estás abierto a posibles fallas

·       Cuestionas acciones incompatibles con nuestros valores

·       Eres capaz de ser vulnerable, en busca de la verdad

Mientras tanto, uno de los valores de LinkedIn es ser abierto, honesto y constructivo. “Nos esforzamos por comunicarnos claramente y compartir comentarios útiles” [3]. Cuando los valores son claros hay una predisposición manifiesta hacia los buenos comportamientos y una mejor cultura. Algunos de los beneficios directos que este entorno seguro trae incluyen que las personas no experimentan ninguna incomodidad o miedo a plantear problemas, sugerir soluciones, realizar experimentos, cometer errores y procesar diferencias, entre muchos otros.

La desnudez ágil no tiene que ser un tabú. El compromiso al que me refería antes, de nosotros como agentes de cambio, es hacer que las personas sean conscientes de que no saben y acompañarlos en la difícil tarea de conocer lo nuevo, sin entrar en batalla con lo antiguo, aunque invitándolos a desaprender y a desarraigarse de las conductas vigentes. Sobre todo, a quienes hacen parte de la alta dirección quienes, en su mayoría, se mantienen alejados de los intentos de cambio profundo de la organización.

Las cosas así, que sea esta la última vez que el emperador CEO camina desnudo de agilidad por los corredores de la empresa.

 

Referencias

Lo que no les enseñan a los CEO sobre agilidad

[1] https://www.lifeatspotify.com/being-here/the-band-manifesto

[2] https://jobs.netflix.com/culture

[3] https://careers.linkedin.com/culture-and-values