Veamos ahora el asunto con el Analista Funcional. Este es también conocido como Analista del Sistema, Analista del Software o también Ingeniero de Requisitos.
En términos simples, este personaje es quien identifica (captura), documenta, organiza y administra los requisitos del sistema de software. Más exactamente, es quien desarrolla la Visión del Sistema, atiende las solicitudes de todos los involucrados, define el contexto del sistema, encuentra actores y casos de uso del sistema y estructura el modelo de casos de uso; también es quien desarrolla las especificaciones suplementarias (requisitos no funcionales y otros) y administra las dependencias entre los requisitos.
Este Analista Funcional es quien tiene la tarea de definir el producto que luego usarán los usuarios para resolver sus necesidades de negocio, como se la expresaron al Analista del Negocio. ¿Ah, ya vieron la relación?
Siendo consecuentes con la definición que hice de Analista del Negocio, es recomendable que un analista funcional sea, entre todo lo demás, un experto en la identificación y entendimiento de problemas y oportunidades. Esto incluye la habilidad de articular las necesidades que están asociadas con el problema clave a ser resuelto u oportunidad a ser abordada. A esto yo lo llamo, conocer el problema detrás del problema.
Por supuesto, un buen analista del sistema es un buen facilitador y también debe tener excelentes habilidades de comunicación (todo tipo de comunicación). El conocimiento del dominio del negocio y de la tecnología son habilidades adicionales útiles para estas personalidades. Sin embargo, estas últimas son de menos importancia si el individuo tiene la habilidad de absorber y entender información nueva rápidamente. Y ya que es un papel central en los equipos de proyectos, un analista funcional debe ser capaz de colaborar efectivamente con otros miembros del equipo.
¿Y todo esto qué nos dice? Que siempre es posible que un Analista Funcional o Ingeniero de Requisitos juegue a ser Analista del Negocio; y al contrario, un Analista del Negocio puede ser un analista funcional, aunque esto último no siempre es posible, ya que un Analista del Negocio puede ser “interpretado” por alguien que no tenga preparación académica ni experiencia en tecnología de software y relacionados. Al menos, eso me lo ha enseñado la experiencia. Con el tiempo, ambos roles se pueden intercambiar uno con otro, yo lo he hecho durante la última década sin problemas.
También ocurre que en proyectos de medianos a grandes y dependiendo del presupuesto del proyecto y de la organización, es posible tener los dos roles por separado; pero la mayoría de las veces estos dos roles son jugados por una sola persona. Si son dos personas distintas, deben trabajar en estrecha relación, apoyándose mutuamente y comunicándose todo el tiempo. Este es el factor de clave éxito: la comunicación. No en vano, la recomendación de que ambos figurantes tengan esta como una de sus destrezas esenciales.
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