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miércoles, septiembre 12, 2012

Casos de Abuso, Parte 5: El caso de uso contiene detalles de formularios (pantallas) y otros aspectos técnicos (bases de datos, componentes, etc.)


Este error es reiterativo y cuando digo eso me refiero a que siempre hago énfasis en que no es así, pero algunos analistas funcionales insisten en hacer exactamente lo contrario.
Un caso de uso especifica lo que debe hacer un sistema de software. No es correcto incluir detalles de la interfaz gráfica resultante, como botones, cuadros de texto, listas de opciones, entre otros, lo mismo que otros mecanismos relativos a los elementos de software con los que se implementará el caso de uso, como referencias a componentes de software, a librerías de acceso a datos, o a tablas u otros objetos de bases de datos. Todo esto hace parte del “como” se implantará el caso de uso en el sistema una vez que esté terminado, son detalles poco entendibles para el usuario final, interesado principal en la especificación del caso de uso y de los requisitos en general.
Recordemos además que un caso de uso detalla la interacción entre el actor y el software, desde el punto de vista del usuario; es decir, al usuario solo le interesa conocer sobre los insumos que tiene que proporcionarle al sistema a través de ese caso de uso y también de los resultados que el sistema le sirve de vuelta, no cómo ese resultado es calculado, encontrado, o procesado al interior del sistema.
Ahora bien, suele ocurrir que algunos usuarios, a fuerza de lidiar durante tantos años con los sistemas, conocen de nombres de tablas y hasta de procedimientos almacenados y son capaces de establecer explícitamente de qué tabla quieren que se tome un dato o cual procedimiento requieren ejecutar en cierto momento. Estos detalles se documentan, pero se formalizan durante la etapa de Análisis y Diseño del caso de uso, cuando este se suplementa.
Los requisitos del software, y con ellos los casos de uso cuando se utilicen como mecanismo de especificación, son independientes de diseño y de implementación.
Impacto en la calidad: Medio.

martes, septiembre 11, 2012

Casos de Abuso, Parte 4: Resumen ejecutivo


Recapitulemos. Tenemos una lista corta de escenarios en donde estamos usando mal los casos de uso como instrumentos para identificar, organizar, documentar y administrar requisitos de software, tanto funcionales como no funcionales.
Estos son los casos enumerados hasta el momento:
Impacto en la calidad: Alto.
Impacto en la calidad: Bajo.
Impacto en la calidad: Medio.
Impacto en la calidad: Medio.
Entonces, ya sabemos que la especificación de requisitos de software (ERS) viene, o puede aparecer, en recipientes de distintos tamaños y diferentes formas y colores: algunos son cacharros escuetos pero con significado y suficiencia para quien los elabora y para los interesados en los mismos, otros son cristalerías sofisticadas que se aproximan a lo mundano, en el sentido de cosmopolita. Pero contienen requisitos de software, al fin y al cabo.
En términos de artefactos de especificación y modelado de sistemas de información, estoy hablando de folios de especificación funcional, con sus requisitos en prosa y todo el detalle aledaño que siempre los acompaña; pero también me refiero a la descripción de procesos del negocio, desde macro-procesos, hasta tareas simples y atómicas, pasando por procesos y subprocesos; representaciones de herramientas visuales como prototipos estáticos y simuladores.
También hago alusión a diagramas de UML, como  diagramas de actividad y de estado, diagramas de procesos, diagramas de contexto y mapas mentales, entre algunos otros; descripción de reglas y políticas del negocio; acuerdos de entendimiento entre los usuarios y el área de tecnología; listas de deseos escritas a mano; y, las más usadas, historias de usuario y casos de uso. Incluso, con las nuevas tecnologías, los requisitos de software bien pueden aparecerse en formato de videos o audios digitales, fotografías de alta definición capturadas por teléfonos inteligentes, mensajes electrónicos y trinos de 140 caracteres o menos.
Usualmente, la ERS se exhibe en una combinación de dos o más de estos instrumentos y lo único que importa es que provenga de las personas apropiadas e interesadas en el producto de software y que cada requisito cumpla o pueda cumplir con algunos atributos o rasgos de calidad:
·         Claridad
·         Atómicidad
·         Precisión
·         Verificabilidad
·         Necesidad u oportunidad
·         Priorización
La ERS, por su parte, debe ser:
·         Independiente de diseño
·         Completa
·         Consistente
·         Rastreable
·         Modificable / Extensible
Ahora ya sabemos cómo corregir algunos de esos defectos. ¿Ustedes qué creen?
Salud@s.

domingo, septiembre 09, 2012

Casos de Abuso, Parte 3: El caso de uso se identifica, elabora, diseña, implementa y prueba en la misma iteración


El modelo iterativo de desarrollo de software dicta que podemos construir el sistema mediante incrementos en períodos de tiempo relativamente cortos y con un objetivo fijo. A estas fases de tiempo se les conoce como Iteraciones y al producto (resultado) de la fase se le conoce como Incremento.
En otras palabras, una iteración es un mini-proyecto con una salida bien definida: una versión incrementada, estable, probada e integrada del producto de software, con su documentación asociada. Pues bien, una de las faltas típicas que cometemos durante el ciclo de vida del software tiene que ver con esto.
Veamos de qué se trata:
Caso de Abuso 4: El caso de uso se identifica, elabora, diseña, implementa y prueba en la misma iteración.
Este es un error muy común al iniciarse en un proceso iterativo. Un caso de uso pasa por varias etapas o períodos durante su ciclo de vida: desde la identificación o descubrimiento del caso de uso, hasta la puesta en ejecución del mismo, pasando por la Ingeniería del Caso de Uso (conocida entre nosotros como la Ingeniería de Requisitos), el Análisis y Diseño, la Implementación, las Pruebas y el Despliegue final.
Y cada una de estas etapas ocurre a través distintas fases del proyecto y de diferentes iteraciones. Durante la fase de inicio o visionamiento del proyecto, descubrimos un número significativo de casos de uso y algunos de ellos pasan a la etapa de Ingeniería de Requisitos; muy pocos de estos casos de uso llegan a la etapa de Análisis y Diseño y ninguno llega a la Implementación.
Más adelante, durante la fase de Planeación o Elaboración del proyecto, los llamados casos de uso arquitectónicos, de los identificados en la fase previa, llegan a las etapas de implementación y pruebas, mientras que otros casos de uso son descubiertos y otros llegan al período de Ingeniería de requisitos.
Durante las siguientes fases del proyecto, algunos pocos casos de uso son identificados, los últimos, y los demás pasan, iteración tras iteración, por las etapas expuestas; pero nunca, un caso de uso se identifica y llega a implementarse en la misma iteración, por muy simple que sea. Eso sería apenas una simple coincidencia y, casi siempre, un error.
Muy relacionado con este abuso está el abuso No. 12, aunque hay diferencias fundamentales entre aquel y este. (Lo veremos en su momento)
Impacto en la calidad: Medio.

miércoles, septiembre 05, 2012

Casos de Abuso, Parte 2: El caso de uso es la única documentación necesaria para construir el software


Abusar.
(De abuso).
1. intr. Usar mal, excesiva, injusta, impropia o indebidamente de algo o de alguien. Abusaba DE su autoridad.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Caso de Abuso 3: El caso de uso es la única documentación necesaria para construir el software.
Quizás esta idea surge de la premisa de que el proceso de desarrollo de software es dirigido por casos de uso [1], que es algo mucho más amplio y totalmente distinto. Además, está el factor tiempo que siempre hace falta en los proyectos de desarrollo de software.
Un caso de uso es el primer repositorio de documentación en un proyecto, puesto que es el artefacto que legitima los requisitos funcionales del software. Sin embargo, después del caso de uso y antes del código fuente hay un abismo sobre el que debemos construir un puente para ir desde la solicitud del usuario, su problema y sus necesidades, hasta un sistema de software que soporte su proceso, que resuelva su problema y cubra sus necesidades.
Ahora bien, hay casos de casos: están los llamados casos de uso arquitectónicos o más complejos, que bien podrían representar alrededor del 20% del total de casos de uso de un proyecto. A estos casos de uso debemos aplicarles rigurosamente el proceso: Análisis, Diseño, Implementación, Pruebas, Despliegue y vuelta a empezar. Y durante el Análisis y el Diseño se construyen una serie de artefactos que van desde documentos anexos hasta diagramas (de UML) de casos de uso, de secuencia, de comunicación, de clases, de estados, de actividad y de entidad-relación, entre otros. También están los requisitos no funcionales o especiales que aplican a cada uno de esos casos de uso, el pseudocódigo y los prototipos; asimismo, están los casos y procedimientos de prueba.
Es principalmente durante el período de Análisis y Diseño del caso de uso cuando ocurre la suplementación del mismo, es decir, la adición de detalles técnicos y no funcionales al caso de uso. Y en todas estas actividades intervienen todos los miembros del equipo del proyecto: unos elaboran y presentan, otros retroalimentan, complementan, realizan el siguiente paso y también lo presentan, y así, en una espiral en la que el producto se va gestando hasta quedar terminado.
Luego están los demás casos de uso del proyecto, el otro 80%. Unos son más complejos que otros desde el punto de vista de diseño, mientras que algunos son más críticos que otros desde la perspectiva del usuario. Muchos de estos casos de uso, sino todos, también deben someterse al mismo proceso que los anteriores. Lo que varía es la severidad o formalidad con que se elaboren todos esos artefactos.
Dependiendo del tipo de proyecto, de los aspectos legales del mismo y de otras variables del entorno, será necesario realizar cada documento siguiendo plantillas formales del proceso de desarrollo, casi con rigurosidad científica: diagramas de UML bien construidos y detallados, tantos como sean necesarios para entender el producto, documentos sujetos al escrutinio de revisiones técnicas y de estilo, con listas de chequeo formales y con todas las excepciones consideradas. Algunos casos de uso requerirán de tres, cinco o más diagramas de interacción, por ejemplo; otros necesitarán sólo uno de estos diagramas.
En otros proyectos, menos formales desde el punto de vista legal (aunque es difícil imaginar tal cosa), será suficiente con que estos artefactos se elaboren en reuniones de análisis y diseño en un tablero donde todo el equipo de desarrollo pueda verlos, opinar, tomar nota y entenderlos, que es el objetivo último del modelado.
La categoría de las herramientas a usar también depende de la complejidad técnica y de la formalidad legal: para unos proyectos basta lápiz y papel, o tiza y tablero, mientras que para otros serán necesarias herramientas sofisticadas de Ingeniería de Software.
En cualquier caso, nunca hay que perder de vista que el software, por naturaleza, es complejo; y que construir software, por naturaleza, es una actividad compleja. También, que las herramientas con las que se construye software (que casualmente están hechas de software) también son complejas. Y con este nivel de complejidad, no es posible que algo simple, como el caso de uso, sea capaz de resolver nuestro problema sin más colaboración.
Impacto en la calidad: Alto.
Referencias
[1]   Luis Antonio Salazar Caraballo, “RUP: Fase de Concepción”, Gazafatonario IT,  http://gazafatonarioit.blogspot.com/2007/03/lecturas-fundamentales-8.html, 08 mar. 2007.
La Parte 1 de este análisis lo encuentras en: http://gazafatonarioit.blogspot.com/2012/09/casos-de-abuso-parte-1.html
Sobre abecés, anatomía y prácticas de casos de uso y requisitos en general, puedes visitar mi Sección Lecturas Fundamentales en este mismo Gazafatonario IT.

martes, septiembre 04, 2012

Casos de Abuso, Parte 1: El caso de uso se usa en todos los casos


La segunda ley de la Ingeniería del Software o el modelo Información-Materia-Energía (IME) establece que el mundo natural que forma el contexto de la inteligencia humana y la ciencia del software es una dualidad: un aspecto de ésta es el mundo físico y el otro es el mundo abstracto, donde la materia y la energía son usadas para modelar el primero, y la información, para modelar el segundo. Los modelos del mundo físico han sido bien estudiados por la Física y otras ciencias naturales. Sin embargo, el modelado del mundo abstracto todavía es un problema fundamental a ser explorado por la ingeniería del software.
Ahora bien, aunque el mundo físico es el mismo para todas las personas, el mundo natural es percibido de forma diferente por distintos individuos debido a que el mundo abstracto, como parte de éste, es subjetivo dependiendo de la información que los individuos obtienen y perciben. Y es debido a esta diversidad en la percepción del mundo abstracto que se presentan los errores en la ingeniería del software y por ello es que son más comunes de lo que a veces queremos. En el ciclo de vida de la ingeniería del software, esos errores empiezan durante la identificación, especificación y modelado de casos de uso.
Algunas de estas falencias, son las que empezaré a presentar a partir de hoy en varias entregas. Se trata de un estudio de los malos usos de los casos de uso.
Este es realmente un estudio patológico y forense: es patológico porque hago un estudio de los desórdenes más comunes encontrados durante mis continuas revisiones de casos de uso a todo lo largo de su ciclo de vida: identificación, especificación, análisis, diseño, implementación y pruebas. Quise hacer este estudio en un sentido amplio, es decir, observé estas alteraciones como procesos o estados anómalos de raíces conocidas o ignoradas. También es patológico porque extraje las pruebas que señalan la presencia de tales afecciones del examen minucioso de cada error en todos sus niveles estructurales, desde el nombre del caso de uso, hasta las secuencias básica y las alternativas del mismo, pasando por la breve descripción, las pre y poscondiciones, el actor y los requisitos especiales, entre otros aspectos. Desde este punto de vista me convertí en un anatomopatólogo o, simplemente, en un patólogo clínico de los casos de uso, si es posible trasladar ese término médico a nuestro entorno.
Es forense porque estudié los aspectos técnicos derivados de la práctica diaria de los equipos de desarrollo de software, en los que he participado centenares de veces, como sujeto activo y como perito. Bajo este último título he tratado de contribuir con mi actuación a dar valor y significación genuinos a los aciertos hechos en materia de especificación y evolución de casos de uso y también a la promoción de ciertas prácticas que creo exitosas en la industria. En particular, he tenido la oportunidad de examinar y recoger indicadores de casos de uso propios y de extraños (colegas, clientes, socios de negocio); de los modelos y especificaciones de casos de uso he determinado los elementos donde se presentan los errores, las posibles causas de los mismos y he presentado posibles soluciones.
Caso de Abuso 1: El caso de uso se usa en todos los casos.
Es un juego de palabras pero es falso. Los casos de uso son un repositorio, un mecanismo de comunicación durante el ciclo de vida de desarrollo del software. Contienen y transmiten requisitos y otros aspectos relacionados con la funcionalidad del software en construcción.
Pero hay muchas maneras de documentar todo esto: documentos de requisitos funcionales y no funcionales donde, en prosa, se especifican los detalles del producto. En otros casos se pueden usar prototipos, como en los reportes ad-hoc o estándares, donde preparar un documento en el que se muestre como lucirá un reporte es más práctico que escribir en palabras los detalles del mismo. En otros casos, serán necesarios uno o más diagramas de UML (de estados o de actividad, por ejemplo), como cuando la descripción en prosa del proceso funcional es engorrosa debido a la complejidad del proceso y, además, un prototipo no es suficiente o no aplica.
Impacto en la calidad: Bajo.
Caso de Abuso 2: Lo que no está documentado en los casos de uso no hace parte del proyecto.
Esta es una consecuencia del abuso anterior. En muchas ocasiones usamos sólo los requisitos que están consignados en casos de uso para realizar la estimación del proyecto, para considerar tiempos y recursos, para definir la arquitectura del software y para diseñar el sistema. Sólo cuando ya es muy tarde alguien recuerda que hay otras funcionalidades a diseñar e implementar y que posiblemente afecten no sólo la arquitectura del sistema, sino también los tiempos y los recursos necesarios para terminar el producto. Un caso típico ocurre cuando el producto tiene muchos procesos batch, de esos que se ejecutan por la noche o al cierre de un período específico y que hacen uso intensivo de datos sin ninguna interfaz gráfica. Otro caso se presenta con las consultas y reportes, muchas veces menoscabados, en el sentido de reducidos, por todos los involucrados en el proyecto.
Impacto en la calidad: Medio.