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Uno de los
ejemplos más visibles de esta situación es el de las famosas y muchas veces
poco entendidas “tres preguntas” de la Daily Scrum o reunión
diaria. Las tres preguntas pasaron de ser una regla del juego Scrum en
versiones previas de la guía, a ser “un ejemplo de lo que podría usarse” (durante la reunión) en la edición de
2017, a desaparecer por completo en la última edición de 2020.
Sin embargo,
ello no quiere decir que no puedan seguirse usando para “inspeccionar el
progreso hacia el Objetivo del Sprint y adaptar el Sprint Backlog según sea
necesario”, de acuerdo con la guía 2020. En cualquier caso, la conversación
o la discusión durante la sesión diaria puede ocurrir de muchas maneras siempre
que esta “se centre en el progreso hacia el Objetivo del Sprint y produzca
un plan viable para el siguiente día de trabajo”.
¿Qué tipo de
conversaciones podemos tener para realizar una Daily Scrum efectiva?
¿Qué otras cuestiones podemos abordar durante la sesión para asegurar que
conocemos con exactitud en dónde estamos respecto al objetivo del sprint?
Empecemos por mejorar el matiz de las preguntas clásicas.
“¿Que hice ayer?”
es la pregunta que se harían los miembros de un equipo con una perspectiva
estática de lo que hacen o de lo que quieren hacer a continuación. De alguna
manera, este tipo de preguntas son estacionarias, aunque las estaciones solo
sean de 24 horas.
En cambio, una
persona, un equipo o una organización con una perspectiva dinámica bien puede
responder a la pregunta: ¿qué hice para garantizar que aprendimos algo nuevo
ayer? Esto imprime una energía distinta y más vigorosa a la sesión, a las
personas, al ambiente de trabajo, y permite que el equipo practique y promueva
una cultura de mejoramiento continuo.
Más allá de esta
pregunta, otras cuyas respuestas nos dan una idea más precisa de qué tanto
hemos avanzado hacía el logro de la meta propuesta son:
- ¿Qué hicimos ayer que mejoró nuestra eficiencia?
- ¿Qué valor o principio de la empresa, del equipo o de alguna otra índole determinó en gran medida nuestro comportamiento de ayer para avanzar hacia el logro del objetivo del sprint?
- ¿Qué decisiones tomamos ayer que nos permitieron avanzar hacia el logro del objetivo del sprint?
- ¿Qué decisiones tomamos ayer que no nos permitieron avanzar hacia el logro del objetivo del sprint?
- ¿Qué podemos aprender de esto para garantizar que mañana estaremos más cerca de lograr el objetivo del sprint? Las respuestas a esta última consulta derivan en un plan de actividades para el siguiente día hábil de trabajo.
En medio de este
análisis de si el equipo alcanzará el objetivo propuesto, es vital preguntarse por
el impacto de las interrupciones causadas por eventos que provienen del entorno:
¿Hay algo en el
entorno que está ocasionando distracciones al equipo o a algunos de sus miembros?
¿Es posible evitar esas distracciones?
Ahora bien, los
objetivos no se pueden alcanzar a cualquier precio. En particular, no tiene
sentido lograr una meta si en el camino dejamos una estela de desperdicio, de
trabajo mal elaborado o de desgaste moral y físico de las personas. Aquí surge
una pregunta clásica, pero cuyas respuestas pueden dar luz al equipo sobre el
estado del avance hacia el logro del objetivo del sprint:
¿Estamos haciendo
correctamente el producto correcto?
Finalmente, el
objetivo del sprint se define durante la planificación de este, al principio
del sprint. Sin embargo, a medida que pasan las horas y los días, el equipo Scrum
aprende más sobre el alcance, sobre los elementos del product backlog
que están implementando, por ejemplo, sobre las historias de usuario, sobre lo
que viene a continuación en los dos siguientes sprints en sesiones de
refinamiento y sobre la capacidad real de las personas, entre otras cosas.
Toda esta
información puede conducir a hacer un cuestionamiento sobre si el objetivo del
sprint es alcanzable o no, sobre si debiera replantearse, delimitarse o sobre
si el sprint debiera cancelarse debido a que su objetivo empieza a sufrir de obsolescencia.
Así que las respuestas a preguntas como “¿el objetivo del sprint sigue
vigente?” dilucidan este aspecto. Otras como “¿lo que hemos aprendido hasta
ahora mantienen la vigencia del objetivo del sprint?” también ayudan en este
sentido.
Así que, en la
práctica, tenemos una gran lista de temas para conversar en la Daily Scrum que
nos ayudan a concentrarnos en el cómo vamos hacia el logro del objetivo del
sprint. Cuáles preguntas abordar es algo que depende del escenario actual, de
lo que esté sucediendo en el equipo y en el entorno. Un Scrum Master debe estar
atento a las señales en el ambiente, pero lo mejor es que le proporcione pautas
a las personas de equipo para que sean ellas quienes seleccionen la táctica o
la estrategia adecuada en un día específico.
Una sola pregunta
puede ser suficiente, pero a veces son necesarias dos o más. Sin embargo, si el
avance hacia el logro del objetivo del sprint no está claro hacia el final de
la Daily Scrum, una práctica que no deja dudas es la del voto de confianza.
Esta consiste en que cada persona emite un voto, a manera de porcentaje, de 0 a
100, expresando que tanto confía en que el equipo Scrum alcance el objetivo
este sprint. Si el promedio general es de menos del 90 % o de un porcentaje
previamente acordado por el equipo, seguramente habrá que replantear o negociar
qué se hará y que no se hará en lo que resta de la iteración.
¿Qué otras
cuestiones o prácticas se te ocurren que pueden servir al equipo en una Daily
Scrum? Por favor, déjamelo saber en el foro.
Más sobre la Daily Scrum
Daily Scrum Kaizen:
http://www.gazafatonarioit.com/2021/04/daily-scrum-kaizen.html
El Scrum Master y el Scrum Diario:
http://www.gazafatonarioit.com/2020/09/el-scrum-master-y-el-scrum-diario.html
Compendio sobre el Scrum Diario:
http://www.gazafatonarioit.com/2014/01/compendio-sobre-el-scrum-diario.html
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